Natasha se abrazó a si misma durante todo el trayecto ante la mirada de Steve quien vigilaba cada uno de sus pasos; aquella chica había resultado muy afectada por tal desfachatez de aquel soldado.
— Hemos llegado a la calle donde vivo, de nueva cuenta gracias.
Natasha le sonrió con timidez al hombre que asintío en silencio.
— Soy Steve Rogers — el hombre le tendió la mano la cual Natasha la estrechó amigablemente — me gustaría llevarte hasta la puerta de tu casa, no quiero pensar que aquel tipo haya podido seguirnos, si me permite claro bella dama.
— Natasha, ese es mi nombre, es muy gentil de su parte.
— Es mi deber, si una dama está en peligro, debo ayudarla.
— Es usted muy....
— ¡Natasha!
La voz de Iván Romanoff resonó por la calle haciendo sobresaltar a la muchacha quién dejó atrás a Steve para ir al encuentro con su padre el cuál la recibió con una cachetada en el rostro.
— ¡Que sea la última vez que haces una rabieta asi!
Natasha rompió a llorar mientras acariciaba su mejilla la cual le ardía, bajó la cabeza y decidió seguir su camino hacia su casa donde Yelena la alcanzó para meterla a la casa.
Aquello había sido una completa humillación y Steve había visto todo.
La cara de Iván se desfiguró por completo al enfocar al hombre con el que estaba su hija momentos antes, la vergüenza lo invadió.
— Señor Rogers, lamento lo que vió, a veces mi hija necesita un correctivo.
Steve apretó los puños de rabia, aquel insolente no se habia medido.
— Su hija estuvo en peligro hace un momento, la traje a casa y usted la recibe así, ¿Que clase de padre es usted, general?
Iván se quedó sin palabras mirando a Steve quien seguía con la expresión dura en su rostro.
— ¿Que le ha sucedido?
— Un soldado la ha agredido, no importa, sólo espero que la señorita se encuentre bien.
Ivan asintío intrigado, en definitiva tenia mucho de que hablar con su hija.
— Lamento habernos encontrado en medio de una situación así, Natasha últimamente ha estado muy rebelde, debo decir que me sorprende encontrarlo.
— Vine a la ciudad a arrglar un par de negocio y justamente a verlo, tiene una deuda conmigo.
Aquella confesión alertó a Iván, Steve tenía razón.
— ¿Podemos hablar de esto en mi despacho? Acompañeme a mi hogar.
Ambos hombres caminaron hacía el interior de la casa la cual Steve observó con detenimiento, era grande con dos plantas, lujosa, con algunos sirvientes, para su mala suerte no volvió a ver a la chica la cual lo había dejado cautivado.
•
Natasha se había tumbado sobre su cama llorando ante la mirada de Yelena que sin saber cómo podría ayudarla se limitaba a consolarla acariciando su cabello mientras que Clinton y Laura las miraban preocupados.
— Iré a traerle un té y algo de comer — Laura besó la mejilla de su esposo y después salió rumbo a la cocina.
— ¿Que pasó muñequita?
ESTÁS LEYENDO
Ɑʍօɾ RҽɑƖ || Romanogers AU
FanfictionLa bella Natasha Romanoff es obligada a casarse con el mujeriego hacendado Steve Rogers; del odio al amor hay un sólo paso. Ambos con pasados tormentosos se enamoran, pero nada es fácil en esta vida. Las riquezas son blanco fácil de envidias; ambos...