Steve Rogers tenía una sonrisa de triunfo pintada en su rostro mientras veia a su futuro suegro nervioso haciendo cuentas frente a él.
- Dudo que Edmund se quede de brazos cruzados Steve, él...
- Al señor Edmund sólo le importa dinero, verá que no tendrá algún otro inconveniente, a menos... - Steve apoyo sus manos en el escritorio - que tengan algunos otros negocios o secretos.
- Para nada Steve- Iván le sonrió, podía sentir sus manos sudar, pero para evitar una serie de preguntas incómodas juntó las hojas donde sus deudas venian plasmadas para dárselas a su salvador.
- Vaya son fuertes cantidades - Steve leyó atento cada monto, reflexionó un momento, sabía que Sam colapsaría al ver las cantidades y quizá lo querría hacer recapacitar por la locura que estaba cometiendo - debo decirte Ivan que esto será lo único que recibirás de Natasha y de mí, si bien será mi esposa y la heredera de mi fortuna si me llegara a suceder algo, pero no recibirás ni una libra más de mi parte, considérate afortunado en que pagaré todas tus deudas.
Steve fue claro y conciso haciendo que Ivan frunciera el ceño, él no contaba con aquello.
- Puedes quedarte con el dote de tu hija, pero no recibirás más, así como debes saber que después de la boda nos asentaremos en mi Hacienda en Bampton, esta a mediodía de aquí.
- Pensé que vivirían en la Ciudad.
- No, tengo negocios allá por lo cual necesito a mi esposa a mi lado - Steve habló decidido - ahora debo retirarme, tengo asuntos que atender, regresaré en unos días, sin antes hablar con Natasha, debemos fijar la fecha de la boda.
Ivan asintió, no había vuelta atrás.
•
Natasha sonreía ampliamente dejando que Yelena analizara su anillo de compromiso una y otra vez, ambas se encontraban en el jardín en la hora del té, pero ninguna había probado bocado, la emoción corría entre ambas.
- Insisto en que es un completo desconocido, pero es un romántico, además de que es muy guapo - Yelena rompió el silencio que momentos antes las había acompañado - sin embargo, creo que lo que hubo entre ustedes fue amor a primera vista, él te gusta.
Natasha asintío.
- Debo confesar que también estoy un poco aterrada, de un momento a otro voy a casarme.
- Y yo voy a extrañarte en casa, ¿Donde vivirás? Espero sea cerca de ti para ir a visitarte y además Taylor pueda ir a darte clases de piano.
- ¡Es verdad! Yelena debo contárselo a Taylor.
- Nat - Yelena titubeó pensando si sería buena idea recordarle a cierto soldado - ¿Que hay de Matt? ¿Ya hablaste con él?
La sonrisa que Natasha portaba en sus labios se desvaneció al recordar al soldado que ella había jurado que amaba.
- No, pero debo hacerlo, lo más seguro es que este molesto, hace días no acudí a nuestro encuentro.
Yelena jugó con sus manos nerviosa.
- Quizá debas enfrentarlo, puedo acompañarte.
Natasha agradeció asintiendo.
- Gracias, le enviaré una carta citandolo en la iglesia en estos días, aunque temo su reacción.
Natasha se calló al ver a Steve caminar hacia ella, no se si eran mariposas en el estómago pero su corazón saltó al verlo salir tranquilo del despacho de su padre, al parecer todo eran buenas noticias.
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Ɑʍօɾ RҽɑƖ || Romanogers AU
Fiksi PenggemarLa bella Natasha Romanoff es obligada a casarse con el mujeriego hacendado Steve Rogers; del odio al amor hay un sólo paso. Ambos con pasados tormentosos se enamoran, pero nada es fácil en esta vida. Las riquezas son blanco fácil de envidias; ambos...