Final. (+18)

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Cinco años después...

¡Feliz cumpleaños Steve!

El hombre sonrió adormilado sintiendo los labios de su esposa reclamar los suyos, era su cumpleaños y no podía estar más feliz de celebrarlo, cada año agradecía lo que tenía en su vida; su Hacienda se había convertido en la principal exportadora de ganado y semillas del Reino Unido, a la par que su bella familia seguía creciendo; aquel día harían una celebración en grande festejando su cumpleaños y las cosechas de la Hacienda la cual era una de las más reconocidas de Europa.

— Gracias mi amor — Steve besó el cuello de su esposa provocando cosquillas en la mujer quien se echó a reir mientras vagamente se montaba encima de su marido, ambos desnudos disfrutaron de una cálida mañana antes de que las vocecitas de los pequeños Rogers los llamaran.

Comer todos juntos en familia eran toda una odisea; Natasha y Steve se turnaban para vigilar a sus hijos comer todas sus verduras; Sam y su familia junto con la de James solían hacerles compañia y aquel día la enorme mesa de madera estaba llena pues la Familia Van Camp había llegado a la celebración junto con el pequeño Daniel hijo de Sharon y su marido; Clint, Laura y sus hijos también habían llegado junto con Melina y Yelena con Laurie y sus hijas, Natasha amaba tener a toda su familia reunida, ver a sus hijos y sobrinos jugar y disfrutar de aquel paraíso.

— Mamá, ¿Podemos cabalgar? Tío James puede llevarnos — Charlotte brincaba emocionada acomodando sus bellos rizos dorados detrás de sus orejas seguida de Sebastián y el pequeño Steve quienes insistian a los mayores.

— Tengan cuidado cielo.

Charlotte asintío sonriendo, besó la mejilla de su madre para después acercarse a su padre y besar su mejilla y abrazarlo, ambos eran muy unidos.

— Yo los cuidaré tía, es mi deber — Sebastián se despidió de los adultos abandonando el salón con los niños, Natasha suspiró feliz siendo interrumpida por su pequeño hijo Gregory quien torpemente jalaba la tela de su vestido, el pequeño al tener contacto visual con los ojos de su madre alzó sus manitas llamando su atención.

— Hola mi niño bello — Natasha lo estrechó en sus brazos besando sus cachetes sonoramente, el pequeño rubio soltó varias carcajadas llamando la atención de Steve quien se integró en la sesión de mimos.

Yelena sonrió al ver a Laurie y a su pequeña hija jugar por las praderas de la Hacienda, después del almuerzo la mujer se dedicó a alimentar y dormir al pequeño Elliot, su familia crecía y ella no dejaba de sentirse feliz, a su manera lo era, podía no tener una propiedad enorme, un esposo con dinero y títulos, pero ella era feliz así, Laurie era un hombre trabajador y emprendedor quien siempre trataba de darle lo mejor a su familia.

¡Mami! ¡Ven a jugar!


Elizabeth llamaba a su madre saludandola desde lejos, Yelena sonrió y sin dudarlo se reunió con ellos disfrutando de la tarde asoleada y fresca que la Hacienda les regalaba.

Elizabeth llamaba a su madre saludandola desde lejos, Yelena sonrió y sin dudarlo se reunió con ellos disfrutando de la tarde asoleada y fresca que la Hacienda les regalaba

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Ɑʍօɾ RҽɑƖ || Romanogers AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora