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Charlotte sollozaba inquieta en los brazos de Matthew, la pequeña temblaba de frío y desesperada movía su boquita buscando el seno de su madre mientras su captor caminaba con ella hacía la bodega donde Edmund mantenía a Margaret secuestrada.

La mujer despertó abruptamente al escuchar el sollozo desesperado de un bebé, observó a Matthew acercarse a ella dejando a la niña sobre la paja donde la mujer dormía, Margaret lamentó ver de quien se trataba.

— ¿Puedes hacer que se calle? No soporto su llanto.

Matthew se estiraba sus cabellos fastidiado mientras merodeaba por aquel lugar en busca de algo de alcohol.

La niña lucia roja de su carita a causa del llanto incesante, Margaret seguía mirándola con lástima.

— Si al menos liberas mis manos, puedo acurrucarla y dormirla.

Matthew la miró con burla.

— Bien, con tal de que se calle — Matthew se acercó a ella desamarrando la correa de cuero que mantenia inmóvil a la mujer — no intentes escapar si no quieres que una bala las atraviese a ambas.

Margaret lo ignoró y desesperada tomó a la niña en brazos cubriendola con su mantita y una cobija vieja que Edmund le había dejado, la niña asustada miraba a todos lados comenzando a chupar su dedito.

— Necesita a su madre, ¿En que mierda pensabas en separarla de Natasha?

— Natasha debe estar muerta ahora mismo, asi que desde ahora tu eres su madre.

Matthew se sentó frente a ellas comenzando a fumar un cigarrillo, ignoró el rostro desencajado de la mujer quien se dedicó a observar a la pequeña comenzar a dormir en sus brazos, por un momento deseo que la madre de la niña realmente no estuviera muerta, aunque ella muchas veces lo había deseado.

— Por fin se calló — Matthew bebió un sorbo de whisky.

— Aún así este no es un lugar para ella, no durará dormida, necesita leche — Margaret recriminó con la mirada al hombre — consigue algo de alimento para ella.

Matthew aceptó a regañadientes.

— Iré a conseguir algo, afuera hay dos bravucones que te vigilaran, si intentas huir, ya sabes tu destino.

El ex-soldado salió del lugar confiado que Margaret no intentaría escapar.

Margaret suspiró de alivio al verlo alejarse, besó la cabecita de la niña quién aún dormida sollozaba bajito.

— Voy a cuidarte pequeña, tu padre me cuidaba cuando éramos unos niños, así que es mi turno de hacerlo.

Wanda despertó sobresaltada al escuchar un disparo muy cerca, temerosa vago por el pasillo de la casa hasta encontrar la puerta entreabierta de la habitación de Natasha dónde logró escuchar diversos quejidos y sollozos, abrumada llevó sus manos a su boca al ver a la joven tirada sobre la alfombra rodeada de un charco de sangre, miró a su alrededor observando las puertas del balcón abiertas y la cuna de Charlotte vacía.

— ¡No! ¡No!

Los gritos y sollozos de Wanda alertaron a Maria y a Sharon quienes asustadas salieron a la calle buscando al vigilante y ayuda externa.

— Lottie....

Natasha delirando llamaba a su hija mientras Wanda hacia presión sobre su herida tratando de evitar de que sangrara más.

— Por favor Wanda, busquenla.

Wanda asintío sosteniendo con fuerza la mano de Natasha quien poco a poco cerraba sus ojos vencida por el dolor.

Ɑʍօɾ RҽɑƖ || Romanogers AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora