El chico nuevo

No todo se acabo...

— "La vida siempre es difícil y pocos son los valientes que pueden vivirla"

En la mañana, Naruto fue el primero en levantarse, sin embargo no vio a Iruka y se asusto, fue al cuarto de Anko y empezó a llorar. Anko preocupada busco por toda la casa y el moreno no estaba... Al revisar las cámaras de seguridad de la casa, lo vieron todo, el moreno había sido secuestrado.

— Todo es mi culpa... ¡Nunca debí regresar! –grito el niño mientras se aferraba a Anko.

Era un grito tan desgarrador, que la de cabello morado empezó a llorar con el niño. Kakashi y Sasuke se levantaron de inmediato y corrieron hacia donde provenía aquel llanto. Anko con dificultad le dijo al de cabello peli-gris lo que había pasado y este empezó a derramar lagrimas, pero del coraje de no haber echo nada.

Pasaron 5 meses desde el secuestro de Iruka y varias cosas habían cambiado, Kakashi había dejado la academia y retomo ser practicante de policía, aunque en poco tiempo se volvió oficial. Por otro lado, Anko se encargaba de cuidar a Naruto y Sasuke y el niño de cabello rubio se empezó a cortar por la culpa que sentía por el secuestro de Iruka.

— ¡Deja de hacer eso dobe! –le ordeno Sasuke mientras le quitaba una tijera.

— ¡Déjame! ¡Tú no puedes entender lo que siento! ¡Necesito remplazar mi dolor con esto! –respondió molesto, señalando las cortadas que tenia en los brazos.

No importase lo que haga el de cabello oscuro y la de cabello morado, Naruto siempre encontraba algo con que cortarse y aunque lo hallan llevado al psicólogo, estese quedaba callado y no decía nada.

— Naruto... pronto encontraremos a...

No pudo terminar, por el golpe que le dio el rubio. Ya estaba arto de escuchar mentiras, hace 5 meses le prometieron que el moreno volvería y todo era mentira, ya era una realidad que Iruka probablemente este muerto.

— ¡CALLATE! ¡DEJA DE MENTIR COMO TODOS! ¡IRUKA NUNCA VOLVERA! –afirmo agarrando las tijeras y encerrándose en su cuarto.

El pequeño de ojos azules había caído en una gran depresión y nada lo hacia feliz, además que hace poco se entero que Yamato estaba muerto. No obstante, Kakashi dormía poco, tratando de averiguar donde estaba el moreno, lamentablemente la información que le dio Sasuke no era suficiente, ya que ni siquiera recordaba donde estaba ubicado aquel escondite. 

— Kakashi, le tengo buenas noticias, tenemos una pista de donde podría estar Iruka –dijo un policía que entro a la oficina de Kakashi.

Rápidamente le entrego un USB y este lo puso en la computadora, eran las grabaciones de las cámaras de seguridad de un barrio cercano. No podía creerlo, al fin encontraron el escondite ¡Iruka por fin volvería a casa!

El moreno mientras tanto, estaba viviendo 5 meses infernales con Mizuki, este lo vi0laba todos los días y ya casi todo su cuerpo estaba cubierto de moretones y mordidas, aunque lamentablemente, el de cabello castaño quedo embarazado...

— Amor, hoy lo vamos a hacer hasta el amanecer ¿Qué te parece? –pregunto Mitzuki besando el cuello del moreno.

— Por favor Mizuki... solo por esta vez no por favor –decía este con una mirada perdida.

— Solo porque estas embarazado te lo dejare pasar.

— Lo que digas Mizuki...

Molesto, el nombrado se fue y dejo a su moreno solo. Pasando unas horas, Obito entro a la habitación y le dejo un plato de comida a Iruka y se sentó a su lado. El de cabello castaño solo lo ignoro y empezó a comer.

— ¿Cómo va tu embarazo? –pregunto el de cabello oscuro.

— Déjeme comer tranquilo –ordeno mientras seguía comiendo.

Obito se quedo callado y observó como Iruka comía con desesperación, este recordó que Deidara tenia el mismo apetito cuanto llevaba 4 meses de embarazo, pero el moreno se veía muy delgado y con pocas fuerzas.

— ¿Sabes? Nunca pensé que diría esto, pero ¿Necesitas que te traiga algo? –ofreció Obito sintiendo lastima por el moreno.

— Necesito una pistola para matarme ¿Me lo podría traer? –contesto con una mirada perdida y con una expresión neutral.

El jefe soltó un suspiro y lo dejo solo, le daba lastima, pero él no podía hacer nada, después de todo, solo era el juguete sexual de Mizuki. Al entrar a su cuarto, vio como Deidara estaba dando de lactar a su hijo y se sonrojo.

— ¿Dónde estabas Tobi? –interrogo el rubio.

— Solo le estaba dando de comer al chico que tiene Mizuki en su cuarto –hablo sin dejar de ver los pechos de Deidara.

Pero pronto dejo de verlos, ya que este se acerco a él y le dio un golpe en la cabeza.

— ¡Deja de mirarme así!