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{Abril 2014}

Que el profesor de la clase de geometría no haya asistido, y sin avisar, les dejó una hora y media libre. Para matar el tiempo, Jungkook y Taehyung empezaron revisando las redes sociales. Ya actualizados de todo de sus amigos y conocidos, Taehyung decidió jugar Candy Crush, mientras Jungkook reposaba la cabeza sobre su mochila.

—Deberíamos aprovechar mejor nuestro tiempo — suspiró Taehyung, haciendo un mohín con los labios.

—¿Qué propones? — preguntó Jungkook, sin levantar la cabeza de su lugar.

—¿Podríamos ir a caminar? — Jungkook hizo un sonido de negación —. Uhm... Podríamos estudiar.

—Prefiero dormir. El tiempo libre no es para estudiar.

Taehyung cerró la aplicación del juego. Y moviendo los dedos en su mentón, pensó en una buena alternativa. Eran jóvenes, deberían hacer algo adrenalínico o entretenido... pero, ¿qué?

Jungkook estaba tranquilo, creyendo que su amigo se rendiría, y él podría dormir. Pero el grito de Taehyung ("¡Lo tengo!") lo hizo levantar la cabeza en un rápido movimiento.

—¿Qué tienes?

—Tengo unos dulces de bolitas de chocolate en mi mochila — Jungkook arqueó una ceja, sin entender a dónde quería llegar con eso —. Podemos hacer una competencia, para ver quién puede meterse más en la boca — completó la idea, sonriendo orgulloso.

—¿Qué ganamos con eso?

Taehyung rodó los ojos, sorprendido de que éste fuera el mismo amigo que lo acompañaba en cualquier loca idea sin siquiera pensarlo dos veces.

—¿Qué quieres ganar?

Jungkook mostró una sonrisa ladina.

—En la próxima clase que tengamos juntos, tras una señal que yo te dé, debes gritar "¡Dame tu fuerza, Pegaso"! — al decirlo, Jungkook soltó una carcajada. Pero a pesar de la risa, Taehyung estaba seguro que era en serio. Y él no se quedaría atrás.

—Vale, vale. Soy capaz de hacerlo — aseguró —. Pero si yo gano, en un lapso de 45 minutos, cada vez que alguien diga tu nombre, debes meterte un dedo a la nariz.

—¡Quieres que quede en ridículo!

—¡Yo también haré el ridículo, frente a toda la clase y el profesor! — chilló en defensa Taehyung.

Y Jungkook se dio cuenta de que era cierto. Él debía ganar a toda costa. Las únicas opciones eran: a Taehyung le llamarían la atención por interrumpir la clase, o él quedaría como un inadaptado come mocos.

—Bien, acepto.

—Vale — asintió satisfecho Taehyung, sacando las golosinas de su mochila. Era una gran bolsa con muchas bolitas de chocolate —. Empieza tú, y yo las cuento en voz alta.

Jungkook tomó la bolsa y dio inicio a la tarea; una por una, fue metiendo bolitas de chocolate en su boca. Las acomodaba de la mejor manera, para que ninguna cayera, y no sentir asco. En total fueron 18. Su rival, lo miraba con emoción y una gran sonrisa cuadrada frente suyo.

—No puedo más — se quejó Jungkook con dificultad, tras botar las bolitas de chocolate a sus manos.

—¡Mi turno!

Con emoción, Taehyung dio inicio a su misión. Aunque no quería llevar a cabo el castigo por la apuesta, se sentía motivado en lograr un récord más que nada. Era un buen momento para él, pasando el rato con uno de sus mejores amigos.

Y como el tiempo vuela cuando te diviertes, llegó a las 23 bolitas de chocolate en un abrir y cerrar de ojos. Sentía las mejillas extendidas, y ya no le entraba más golosina aunque quisiera. Jungkook escondió el rostro en las palmas de sus manos, sabiendo lo que eso significaba.

「My blood & tears 내 피와 눈물」 ✨ JIKOOK ✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora