¿Cómo describir lo suyo? ¿Amor? ¿Amistad?
Ni con el paso de los años estaba seguro.
Y volver a verlo, lo dejó más inestable de lo que hubiese querido.
Jimin x Jungkook 🖤✨
Al verano ya le quedaba poco para marcharse, y algunos días estaban siendo más fríos. Pero aquel miércoles no. El aire caliente del verano estaba siendo sofocante desde temprano en la mañana. Para fortuna de Jungkook, ese día no tenía examen programado, por lo que no debía presentarse a la universidad. Motivo por el que en la noche anterior, decidió invitar a salir a Jimin. Éste le indicó que tenía un examen final a primera hora de la mañana, pero luego estaría libre.
El plan fue juntarse cerca del motel al que solían ir, para estar juntos por 3 horas. Luego podrían ir a almorzar y pasar el rato a solas, por fin sin tener que esconderse o preocuparse del reloj. Tendrían gran parte del día para ellos. Jungkook lo había planeado todo.
En su lugar de encuentro, esperaba que Jimin llegara de la universidad, mientras revisaba su celular para no aburrirse. Una foto que el pelinaranja había compartido, lo puso impaciente.
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Todo eso me voy a comer??
Fue el mensaje privado que envió. Le resultó inevitable escribir aquello luego de ver esa foto tan provocadora de su pelinaranja, con un enfoque tan particular a esos labios gruesos y deliciosos. Además de la perfecta imagen de sus rodillas separadas, donde en menos de una hora, Jungkook se situaría para follarlo larga y duramente.
Una sonrisa automática apareció en su rostro al recibir respuesta.
Jimin:
Eso y más ;) ;)
Jungkook:
Oh, bebé. No me tientes, o te sacaré la ropa interior con los dientes.
Jimin:
Eso me gustaría verlo.
Jungkook:
Cuenta con ello. Prometió el pelinegro.
Jimin:
Llego en 15.
Jungkook:
Y yo te pondré en 4 ;) ;)
Jimin logró llegar en 10 minutos a su punto de encuentro. La impaciencia se hizo notar en cuanto quedaron solos en el cuarto de motel. Jungkook desvistió rápidamente a Jimin, y tal como prometió, el bóxer se lo quitó con los dientes, luego de lamer la erección bajo la tela. Jimin se dejó hacer, perdido en un mar de gemidos.
—Realmente lo hiciste sin las manos — comentó con gracia el pelinaranja en cuanto logró recuperar el aliento.
—Tenía esa fantasía hace tiempo — se recostó junto a Jimin, de espalda en la cama — y fue incluso mejor de lo que esperaba.
Jimin sonrió, complacido. Todo estaba yendo tal como Jungkook había dicho: mejor de lo que su propia mente pudo imaginar.
—Para mí también — confesó, abrazándose al cuerpo desnudo y aún caliente junto a él — ¿Te puedo preguntar algo?
