「My blood & tears 내 피와 눈물」 ✨ JIKOOK ✨

20

{Agosto 2020}

El calor del verano parecía activado a su máxima potencia. Los rayos del sol pegaban fuerte, y no había mucha sombra para salvarse en su caminata. Pero nada lo detendría de llegar a su destino.

A pesar del pegajoso sudor que se formaba en sus sienes y axilas, Taehyung se sentía motivado y alegre. Hace dos días, Jungkook lo había llamado por teléfono, para informarle que un amigo de su jefe buscaba un arquitecto para su empresa. Y Taehyung deseaba que el destino le diera la oportunidad. En la entrevista a la que se dirigía, se jugaría todo su ser para entregar lo mejor de sí. Esperaba que eso fuese suficiente.

Con pasos seguros ingresó al edificio, y se presentó con una sonrisa. Fue una constante lucha de controlar los nervios y presentar ideas sólidas. Pero más que cualquier otra cosa, quiso mostrarse honesto. Y se sentía orgulloso de sí mismo por no titubear en ningún momento. Se sentía como todo un profesional.

—Me gustaría escuchar tus propuestas para nuestro próximo proyecto — dijo el hombre alto con el traje impecable, estrechando la mano de Taehyung —. Serás un buen aporte para la compañía.

Los ojos de Taehyung reflejaban asombro. No estaba seguro si esas palabras realmente significaban lo que él había entendido. No pudo detenerse de cuestionarlo en voz alta. —¿Eso significa...?

—Así es — el señor Choi le sonrió con amabilidad —. Te esperamos el lunes a las 8 AM, para que firmes el contrato. Bienvenido a bordo, Taehyung.

El nombrado nunca había escuchado mejores palabras que aquellas. Se sentía fuerte y débil al mismo tiempo. Eufórico. Pero tuvo que mantener la compostura, porque el hombre frente a él sería su jefe en los próximos días.

Con una cordial reverencia, Taehyung se despidió del señor Choi, asegurándole que estaba más que feliz de incorporarse al proyecto.

Se alejó del edificio a pasos rápidos, y con el celular pegado en la oreja derecha.

—¡¡Lo logré!! ¡Seré el nuevo arquitecto de la puta compañía!

Aún sin ver el salto que Taehyung dio, Jungkook rió al otro lado de la línea.

—Me alegro por ti, Tae. Te lo mereces. Sé que lo harás excelente.

—Yo también lo creo, Jungkook. Nunca había sentido tanta esperanza como ahora. Es como si se hubiese prendido una luz en medio de una constante oscuridad. Es-es... Ni siquiera encuentro la palabra indicada — se rió nervioso, con lágrimas en los ojos. Jungkook lo acompañó con una risa genuina de alegría por su amigo.

—Es como el final de esa película, En busca de la felicidad.

—¡Así es! Así mismo me siento — rió —. "Esta parte de mi vida, este pequeño momento de mi vida, lo llamo felicidad".

Ambos rieron tras la cita de la icónica película.

—¿Cuándo debes presentarte para empezar?

—El lunes.

—Para celebrar, juntémonos el sábado con todos los demás.

—Vale. El sábado nos vemos.

Al finalizar la llamada con Jungkook, la enorme sonrisa continuaba en sus labios.

Si bien el sábado celebraría con sus amigos más cercanos, esa noche le daría la gran noticia a su novia. Le prepararía una rica cena incluso. Quería tener una velada perfecta, porque sería el fin de una mala racha que, en algún momento, parecía eterna. Pero su novia estuvo a su lado siempre, luchando con él, prestándole su hombro cuando quiso llorar, escuhándolo y aconsejándolo. Hana es una mujer increíble, y él era afortunado. Y con esta nueva oportunidad laboral, se sentía doblemente afortunado.