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{Julio 2014}

Deokhye se colgó al cuello de Jungkook para saludarlo con entusiasmo. —¡Feliz aniversario, calabaza! — y plantó un sonoro beso en su mejilla.

—Feliz aniversario, princesa — se besaron sumidos en su clásico romanticismo, y no notaron cómo los ojos de Yoongi se volvían blancos por el fastidio. Aunque él no hiciera comentarios, no le creía nada a la supuesta feliz pareja. Eran demasiado efusivos en público, y siempre se esforzaban por mostrar lo felices y perfectos que eran. Además, consideraba que Deokhye era irritante. Claro, Yoongi no se destacaba por su tolerancia, pero esa chica no le generaba ni un poco de simpatía.

Aunque la pareja no notara los gestos de Yoongi, los chicos a su lado sí lo hacían. Cada uno de ellos con diferentes muecas para reprimir la risa.

—Calabacita, ¿puedes creer que ya llevamos todo un año juntitos?

—Lo sé, ¿cierto? Parece increíble cómo pasa el tiempo.

Hace un año atrás, Jungkook y Jimin habían vivido su primer encuentro íntimo, un fin de semana que se pegaron una escapada de la ciudad como amigos. Para que, al lunes siguiente, Jungkook diera la gran noticia de su noviazgo. Oh, sí, definitivamente el tiempo corría.

—Y yo te amo más cada día — le dijo la chica.

—Yo también, princesa. ¿Estás lista para nuestra cena de esta noche?

—¡Por supuesto que sí! Me compré un lindo vestido para el primer aniversario con mi hermoso novio — y le informó a los demás presentes: —Y este fin de semana lo celebraremos en mi casa, porque mis padres se irán a la playa con mis hermanos. Todos están invitados.

—Gracias, Deokhye — dijo Hoseok, con su amplia sonrisa.

—Será muy divertido celebrar con ustedes — agregó Yoongi, pero por la falta de emoción en su voz, Jungkook le dio una mirada asesina.

Ya fuese porque Yoongi no le interesaba lo suficiente para preocuparse, o porque de verdad no lo notó, Deokhye le sonrió en respuesta y les dijo que podían llegar desde las 9 de la noche el sábado a su casa.

Como era de esperar, ese mismo día, todos sus contactos en redes sociales pudieron presenciar a distancia la cena romántica en un restaurante que se veía muy costoso para ellos. Deokhye vestía un vestido negro con leves brillos y el cabello recogido. Y Jungkook, también de negro, vestía un pantalón de tela con una camisa desabotonada en el cuello.

Jungkook le entregó un gran ramo de rosas rojas antes de sentarse a la mesa adornada con una vela en el centro. Deokhye se encargaba de sonreír y fotografiar cada momento junto a su novio. Y para que todos sus conocidos vieran lo mucho que se amaban. Ella estaba segura que muchas chicas de la universidad la envidiaban por tener un novio tan perfecto como Jungkook. Y se sentía orgullosa. Era la protagonista de un cuento de hadas, que había encontrado a su príncipe encantador. Estaba enamorada y feliz.

Para esa noche no pudo haber pedido nada más. Y el fin de semana tendría la casa para ella sola. Pudo haber invitado a Jungkook y compartir sólo los dos, pero su personalidad sociable y el placer de regocijarse frente a los demás por su relación y su vida la llevaron a tomar la decisión de planificar una gran celebración. Invitó a muchas personas de la universidad, y amigos fuera de ella. Contrató un DJ y un servicio de catering para los invitados. Seguramente, al lunes siguiente, sería el tema principal de conversación. Y no lo negaría, le encantaba ser el centro de atención. Desde pequeña contaba con la capacidad de hacer amigos en todas partes por su alegría y personalidad.

Y tal como Deokhye esperaba, su casa se encontraba repleta de personas. A muchos ni siquiera los conocía, pero nada más que ella importaba. Y lo estaba pasando de maravilla. Todas sus amigas le repetían lo fabulosa que se veía con aquel traje de dos piezas de lentejuelas. Y ella posaba para cada fotografía que le solicitaban. Del brazo con Jungkook, se sentía como si fuesen los reyes del baile.

「My blood & tears 내 피와 눈물」 ✨ JIKOOK ✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora