「My blood & tears 내 피와 눈물」 ✨ JIKOOK ✨

04

{Febrero 2020}

Sus amigos más cercanos estaban bajo el mismo techo; su hermana mayor junto a su esposo, sus mejores amigos, y tomándolo de la mano, la chica que le había robado el corazón. La sonrisa de Hoseok era grande, y su corazón se sentía repleto de amor. Era feliz por celebrar su nuevo cumpleaños de esa manera en su propia casa. Una celebración sencilla, con torta, rica comida y lindos adornos. Sentía que nada le faltaba.

Namjoon asistió con su adorada esposa, mientras su madre cuidaba a su pequeño hijo de 1 año y 3 meses. Jin también asistió con su esposa, pero ellos habían decidido no tener hijos. Yoongi estaba con su nueva novia, y Taehyung se presentó solo, ya que su pareja estaba resfriada en cama. Y Jimin había ido con su novio, con quien llevaba 10 meses. Además había uno que otro compañero de trabajo de Hoseok, pero ni rastro de Jungkook.

—Mejor así — aseguró con voz suave Namjoon.

—No lo hemos visto en 4 años. No tenía sentido que se presentara acá como si nada — gruñó molesto Yoongi. Éste solía tener un temperamento delicado.

—A mí me contactó por una red social hace un tiempo — confesó Hoseok —. Y el martes me envió un saludo de cumpleaños, pero no me confirmó que vendría.

—Mejor así — dijo esta vez Jin. Y Jimin lo apoyó mentalmente.

Jungkook había sido el mejor amigo de Taehyung en la universidad. Ambos se conocieron por cursar la misma carrera, y desde la primera conversación, encajaron como piezas de rompecabezas. Se volvieron inseparables. Pero por ciertos comportamientos o diferencias de opiniones, más tarde se fueron alejando poco a poco. Hasta que finalmente Jungkook dejó la ciudad y nunca más se supo de él. Por eso les pareció tan extraño su repentina cercanía, y que se auto-invitara a la fiesta de cumpleaños de Hoseok.

Ya había pasado una hora desde que todos empezaron a compartir, lo que les hizo pensar que Jungkook cambió de parecer, y no llegaría. Pero se olvidaban que ya no lo conocían tan bien como hace años, y no sabían cómo pensaba.

El timbre sonó, y todos quedaron sorprendidos de verlo en la puerta de entrada, con una sonrisa y una chica de la mano.

El cabello negro de Jungkook estaba bastante más largo que antes, cayendo hasta su marcada mandíbula con pequeñas ondas. Vestía con camisa y pantalón negros, viéndose formal y elegante. La chica junto a él tenía lindas curvas y un prominente busto, tal como a Jungkook le gustaban. Su cuerpo se lucía bastante bien con aquel ceñido y corto vestido morado.

—¡Feliz cumpleaños! — saludó al estar frente a Hoseok, extendiendo sus brazos —. Lamento el retraso.

El retraso de haber tardado años en volver a verlo, más que por haber llegado más tarde que el resto de los invitados.

Hoseok no hizo más que devolverle la sonrisa y el abrazo. A pesar de las diferencias, Jungkook estaba ahí por él. Y todos sabían que Hobi no le guardaba rencor a nadie. Su esencia era entregar cariño al mundo.

El abrazo se sintió reconfortante. Jungkook se sintió cobijado con la alegría del otro, dándole energía para presentar a su novia y saludar a los demás. Tal como se esperaba, nadie más lo recibió con mucha hospitalidad. Era más que evidente la incomodidad de todos. Jimin ni siquiera pudo estar cerca en ese momento. Huyó a refugiarse junto a su novio, en el otro extremo de la sala.

Aunque el drama no había sido con ellos directamente, el tema de Jungkook era delicado. Nadie había querido meterse en primera instancia, pero Jeon había sobrepasado cualquier límite, y generó más de algún roce con cada uno de ellos, incluyendo a Taehyung.

Pero ahí se encontraban nuevamente, compartiendo espacio, aire y comida. Yoongi ni se esforzaba en fingir una sonrisa que no era capaz de darle al recién llegado. Pero Jungkook sí lo intentaba. Con esto no buscaba pretender que no había pasado demasiada agua bajo el puente, sino que quería llevar la fiesta en paz. Quería acercarse a los chicos que habían sido su segunda familia. Quería hacer las paces y empezar de cero.