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Una nueva mañana mostró sus esponjosas nubes adornando el vuelo de las grandes bestias que dominaban las montañas del sur. En aquella aldea que cada vez se hacía más grande con sus nuevos integrantes se hallaban sus futuros líderes realizando sus deberes de siempre.

El alfa rubio y la omega bruja cuidaban los cachorros de las familias presentes, cada vez más pacientes y comprensivos, a su manera claro estaba. La prometida cargaba a Eri con una sonrisa mientras veía que la niña se acurrucaba en sus brazos para dormitar. Los infantes últimamente querían hacerlo, al parecer encontraban paz y seguridad en los brazos de la mayor. Por otro lado, Katsuki atrapaba en su capa a los distintos niños que querían jugar con él, escuchando como siempre los regaños de su compañera por ser tan sobrepasado.

- ¡Me alegra por fin conocerte (T/N), eres una hermosura!- halagó un chico de cabellos dorados con un mechón de rayo.

- El gusto es mío Kaminari.- respondió con una sonrisa estrechando la mano del contrario sin dejar de cargar a la peli blanca.

- Me encantaría darte una escama pero no tengo dragón, toma esta pluma de mi sombrero en agradecimiento a tener que aguantar a Kacchan.- ofreció con un tono burlón viendo la mirada asesina del mencionado.

- Gracias, será igual de especial para mí, no te preocupes.- respondió viendo la inclinación respetuosa del omega.

- Es un placer mi reina.

- A-ah, no es necesario que me llames así.- contestó sonrojada desviando la mirada.

- Oi rata eléctrica ¿No te enseñaron a respetar los pretendientes de los demás o qué? - amenazó el ojo rubí tomando  la chaqueta del menor con una mueca notable.

- Oh vamos Bakugō, ¿Estás celoso de tu amigo?

- Me importa una mierda, tú te metes con quién sea, aléjate tres metros de ella.- sentenció empujándolo mientras gruñía.

- ¿En serio es tan posesivo contigo?- preguntó incrédulo con un susurro el oji ámbar, ignorando por completo la advertencia.

- Desde ayer está así, si te soy sincera es nuevo para mi.- confesó alzando los hombros.

- Kirishima me dijo que esto es un matrimonio arreglado y ninguno de los dos se querían, pero es Bakugō después de todo, él es posesivo con todo.- dijo divertido mientras veía como el alfa seguía con lo suyo.

- Me ha ayudado mucho que sea así, supongo que su ego es tan grande que necesita asegurarse de que nadie me corteje para que su reputación no se vaya por el caño.- deducía con un tono burlón-, no suelo ser muy tolerante con la presencia de otros alfas, no estoy acostumbrada, es un favor creo.

- Muy considerado de su parte, yo también creo que es por mero orgullo.- se río viendo como todos los cachorros lo tumbaban al perseguirlo.

- Wuaa.- bostezó la oji escarlata para volver a acomodarse en su hombro captando la atención de los dos omegas.

- He visto que varios lugareños tienen cuernos, colmillos u ojos parecidos al de un dragón, ¿Es parte de su genética?- preguntó curiosa la omega viendo como su ridículo prometido quería mandar a explotar a los infantes-, ya hemos discutido sobre eso...- susurró para ella misma rodando los ojos. 

- Ah claro, somos mitad dragón después de todo, algunos heredan ciertos rasgos físicos, incluso te confieso aquí entre nos...- señaló de manera confidencial-, todos tienen una escama mágica y sagrada escondida en su cuerpo, solo cuando desean tener una pareja de por vida es que la muestran, es un símbolo de fuerza y debilidad a la vez.

La luna y el dragón (Katsuki Bakugou x lectora) [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora