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- ¿Por qué no estuviste en los combates de (T/N)? - preguntó con hastío el rubio mirando hacia la puerta de madera esperando su llamado para entrar a la arena de batalla.

- Lo siento tuve algunos problemas bakubro. - se excusó el pelirrojo rascando con nerviosismo su cabellera alborotada -, pero como tu consejero aquí estaré en esta ronda.

Su sonrisa amistosa no convenció del todo al ojo rubí, captó a la perfección el olor agrio del mar contaminado en su aspecto, no le agradó en lo más mínimo, así que rodó los ojos escuchando a su madre anunciar el nuevo espectáculo.

- Diles mentiras a tus padres Kirishima, pero se nota de lejos que tuviste una pelea con Kaminari, deberías considerar un poco más tus relaciones. - lo miró de reojo alzando un poco el pecho para entrar por fin siendo aclamado por el público.

- Mira quién habla hermano...- susurró con aburrimiento mientras retrocedía para buscar su puesto.

La emoción no paraba de sentirse entre la multitud atenta a las nuevas peleas que se iban abrir paso. El príncipe de los dragones se acomodaba sus mangas con cautela viendo a su primer contrincante, el peli negro se ajustó sus hombreras de cuero con una sonrisa altanera, le importaba poco sentirse superior al alfa en ese momento.

- Esto va a ser rápido - murmuró con una mueca dispuesto a escuchar la señal.

- ¡Yo Shindo! Es el primero de tres rivales que nuestro querido príncipe enfrentará, veamos si supera el espectáculo de su prometida. - anunció su madre con gran orgullo siendo recibida por los gritos de aliento-, recuerden alejarse de las barandas, no quiero quejas por quemaduras o ropas echas a perder ¡Sin más que decir! ¡Comiencen!

- ¡Un gusto, no nos habíamos presentado formalmente la anterior vez! - Gritó el alfa menor desde lo lejos con una sonrisa, restando importancia a ese día.

- Molestaste a mi mujer, con eso es más que suficiente para que tu nombre y presencia me valga mierda. - masculló con notable molestia, su alfa siempre aprovechaba cualquier oportunidad de utilizar términos posesivos como ''Mi'' al principio de cada oración para alimentar su ego, si tenían que 'actuar' frente a todos de su compromiso, él sería el mejor 'actor'.

- ¡Claro amigo! lo que tú digas. - y con un movimiento rápido tocando el suelo éste comenzó a temblar como si quisiera hacer un terremoto.

- No entiendo por qué está aquí si se burló de ella por su condición ¿Qué demonios gana con esto? - pensó el rubio impulsándose para evitar tocar el suelo que se agrietaba creando peligrosas caídas.

En menos de lo que pudieron parpadear los espectadores que casi hacen caer sus pañuelos del susto, el oji carmín se dedicó a explotar las columnas de tierra que le impedían el paso para acercarse a su rival y explotarle la cara cuanto menos, el peli negro ya se lo esperaba y optó por escapar retomando un poco el suelo original. Apenas el alfa mayor aterrizó sintió cómo la arena lo tragaba como una presión inevitable, atrapando sus pies en el proceso, notó que cada vez que se movía la arena más lo arrastraba.

- Arenas movedizas, no puedes hacer nada contra ello, hubiera empezado con ese ataque antes de haber destruido la mitad de la arena. - admitió el alfa menor con una risa burlona.

Sin querer alargar el combate, el rubio cenizo decidió atacar desde su posición como proyectiles de explosiones para hacerlo ceder, pero este esquivaba muy rápido. -Tal cual como un maldito brujo lunar- le atribuyó ese hecho, el arte de ser escurridizo gracias a su raza le estaba dando frutos. La arena casi llegaba a sus pectorales agotándole el tiempo, con un gruñido ya más desesperado trató de explotar el suelo fracasando en el intento.

La luna y el dragón (Katsuki Bakugou x lectora) [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora