La luna y el dragón (Katsuki Bakugou x lectora) [Omegaverse]

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ADVERTENCIA: leve tema delicado al final del capítulo. Escritura muuuy descriptiva y narrativa de 6600 palabras, leer con paciencia, espero les guste, me esforcé bastante, los quiero uwu.

*Imagen de referencia de como estará vestido Bakugō arriba*

La aldea dragón junto con el coven de los brujos lunares se encargaron del cuidado y recuperación de todos los omegas que habían sido secuestrados, incluyendo algunos niños que retomaban su vida natural con otros cachorros. Un pequeño deje de victoria se sentía en el aire, un espacio de esperanza y tranquilidad ligeramente invadían el pecho de todos en el pueblo compartido.

- ¡Los felicito, muy bien! - dijo una alegre omega levantando un bolso tejido con patrones tradicionales, los dos infantes que estaban siendo halagados se sonrojaron apenados.

- Todavía le falta mucho, los dibujos no concuerdan. - susurra una triste Eri jugando con sus manos pinchadas por la aguja.

- ¡No digas eso Eri-chan! - exclama Kota tomando sus manos -, si la señorita dice que está bien para comenzar, eso significa que seremos mejores en el futuro.

La niña de cabellos blancos asintió más convencida y el azabache no evitó volver a su actuación de chico serio para alzar el pulgar estando de acuerdo. La futura sacerdotisa sonrió con ternura, acariciando sus cabellos como premio en forma de cariño, los dos pequeños estuvieron más que satisfechos con la acción.

- Luego les doy un postre, vayan a jugar con los demás. - ordena con una voz maternal, siendo obedecida por sus aprendices quienes corrieron para seguir con el resto.

- Ahora parece que te caen bien los niños. - se burla su prometido apareciendo, (T/N) quería de verdad tomarlo en serio, pero su maquillaje improvisado hecho por unos gemelos rubios le sacó una risa. - ¡Oi! Deja de reírte, estuve en el salón 'Shimano' y fue de primera clase.

Su compañera parpadeó juguetona, para luego darle unas palmadas en la espalda. Le parecía hasta ese punto muy curioso el cómo terminó aceptando y deseando su rutina con el príncipe dragón. Las cosas parecían ir a mejor.

- Claro, la verdad es que la idea de madre ya no me suena tan mal, menos cuando veo a cachorros como Eri o Kota, oficialmente me volví su tutora, así como la tía hizo conmigo, te agradezco tu apoyo por esa decisión. - dice con un tono muy motivado, cruzando sus brazos para relajar el cuerpo.

Katsuki sintió un espasmo en su alfa interior, saltando mil alertas rojas con la frase "La idea de madre ya no me suena tan mal". Empezó a escuchar el cómo se revolcaba en su mente muy agitado, insistiendo con la idea primitiva y típica de las castas:

- ¡Manada! ¡Manada! ¡Nuestra omega quiere una manada! - gritaba con mucha alegría.

El rubio cenizo avergonzado empezó a chocarse distraídamente la frente, queriendo de una explosión eliminar esos pensamientos tan patéticos. La idea no le parecía nada mal, la obsesión y exclusividad por ella sí le parecía aterrador. En el buen sentido.