La luna y el dragón (Katsuki Bakugou x lectora) [Omegaverse]

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ADVERTENCIA: CAPITULO LARGO DE 7000 PALABRAS.

Contenido +18, lemon, lenguaje muy explícito, perdonen si les da cringe, pero en el omegaverse estos diálogos son normales. leer con discreción. Si no quieres leerlo baja hasta encontrar el otro separador. Hice mi mayor esfuerzo para que quedara pasable, gracias ):

Hay una nota larga de mi persona en el final del cap, por favor léela si deseas comprender mejor. ;)

- ¿Estás segura (T/N)? No es necesario que lo hagas...- dijo con modestia el pelirrojo, puesto esa misma mañana cuando fue a buscar a su mejor amigo, no lo encontró en las mejores condiciones.

- Kats me acompañó en mi celo siendo una omega defectuosa, quiero devolverle el favor. - respondió la chica determinada, colocándose el bozal especial y un collar de protección-, puede que le dé vergüenza, que quiera explotarme la cara después de esto, pero es mi compañero, mi amigo y mi estúpido prometido. - terminó por decir estirando su cuerpo para bajar la tensión.

El hormigueo no había bajado y la fiebre tampoco, pero conociendo la razón de esta, pudo controlarlo mejor.

"Nuestro alfa nos llama, está sufriendo, quiero consentirlo, hay que ayudarlo" su omega le susurraba con pesar y dolor al sentir la melancolía del rubio.

Sentía en sus cienes una punzada molesta, una sed insaciable y un temblor inquietante, signos claros de la desesperación que podía compartir por culpa del ojo rubí, su cordura pendía de un hilo, pero debía ser fuerte.

- Si necesitas ayuda o te sientes en peligro toca la campana, confío en que no será necesario. - dijo el peli morado con un tono protector en su voz.

- No te preocupes si no logras ayudarle, Bakugō es un alfa un poco insaciable...- comentó Nejire con confidencia sin malicia en su intención-, puedes tomarte todo el tiempo que desees, la habitación cuenta con todo lo necesario para el celo de un alfa, no le prestes atención a lo demás, ya tomaste lo más importante que era el silfio.

- Gracias, espero ayudarle, disculpen las molestias. - dijo finalmente con una sonrisa que deseaba transmitir confianza.

- Tú puedes reina mía.- alentó en un murmuro el consejero dragón abriendo la gran puerta de la habitación especial donde tenían 'cautivo' al príncipe.

La omega suspiró pesado, mezclando las esencias botánicas del bozal para calmar su instinto. Entró con cuidado y al cerrar la puerta tras de sí con seguro, pudo observar su nuevo panorama; un cuarto muy espacioso donde entraba una reconfortante luz en cada ventana de cristal, sábanas vino tinto con muebles que parecían de oro reluciendo con elegancia, era exclusivo y muy propio del estilo de los elfos. Sin evitarlo se sonrojó, Momo fue la que eligió ese cuarto de forma MUY específica, de seguro para darle un empujón.