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Las campanas sonaban con desdén mostrando una melodía imponente y misteriosa. Un grupo de brujos escondidos en sus chaquetas de capuchas se adentraban en el lugar. El olor dulce de los omegas inundó la villa, llamando la atención de todos los presentes.

La futura sacerdotisa saludó desde lejos a sus compañeros viendo como la gran jefe de ojos turquesa sonreía presentando a las dos comunidades. Mitsuki también los acomodaba con una gran actitud. La curiosidad, intriga y emoción de todos se sentía en el aire. Tanto que incluso la omega menor se sintió un poco intimidada.

A lo lejos el ojo rubí veía cómo sucedía todo, topándose con los ojos de su prometida, los dos se limitaron a asentir la cabeza en modo de comprensión: aquello era el inicio de su plan.

- ¡(T/N)-san! ¡Qué bueno verte! - se acercó una omega de cabellos cafés y mejillas rosas.

- Hola Ochako-chan digo lo mismo.- las dos se dieron un cálido abrazo y luego juntaron sus manos.

- ¿Cómo te ha ido? ¿Qué tal tu prometido?

- Pues, omitemos lo obvio, esto no es de mi agrado.- río para ignorar su incomodidad-, ¿Te dieron muchos problemas esta semana a tu cargo?

- Para nada, he aplicado todo lo que me enseñaron, estaban muy emocionados por venir, eso fue lo más estresante.

Uraraka era una bruja de rango mayor, una aprendiz privilegiada que normalmente se le dejaba ciertos cargos en la ausencia de las dos mayores. En esa semana ella fue la líder provisional del conven y al parecer estaba orgullosa de su trabajo.

- Siempre podemos confiar en ti.- dice la omega con una sonrisa-, eres incluso mejor que yo.

- ¡No digas eso (T/N)! Nadie es mejor que tú, mi futura sacerdotisa no debería pensar eso.- le reprocha haciendo un puchero sin quitar el agarre de sus manos.

- Sabes que no me gusta ser líder, por eso necesitaré mucha de tu ayuda estos meses, preciosa.- confiesa mirando como su superior reía a la par que la gran alfa dragón viendo las reacciones de sus seguidores al conocerse.

- Estoy a tu servicio.- dice determinada sosteniendo su báculo. La vestimenta de ella era un poco más original que las demás, haciéndola resaltar por su gorro puntiagudo.

Lo cierto es que la joven omega tenía planeado darle su cargo a la peli castaña. No lo sabía pero la estaba preparando desde mucho antes como plan de contingencia y ese era el momento perfecto para ello. Era una omega especial, una gran aprendiz, una bruja poderosa y disciplinada. Grandes puntos a favor. Todos la querían y ella amaba tanto a su pueblo que muchas veces se sacrificó por el sin dudar. Era la sucesora ideal.

- Voy a ayudar a la tía para organizar a los nuevos integrantes.- comunica Shinso con una débil sonrisa.

- Va hay mucho trabajo que hacer.- le responde su jefa con cierto desgano.

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La luna y el dragón (Katsuki Bakugou x lectora) [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora