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Capítulo con descripciones densas, leer con cuidado y detalle. ¡MUCHAS GRACIAS A DISFRUTAR!

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Entre las horas, el alcohol y las sustancias tradicionales la gente reía sin reparo, haciendo diversas actividades como si el amanecer nunca existiera, era una de las noches más largas de todo el año.

Tantos instrumentos para tantos bailes, personalidades, conjuntos e intenciones, el Festival de Luna Roja estaba logrando en ser uno de los mejores que se habían registrado hasta entonces, encabezando la diversión de dos razas.

Un rubio príncipe se dejaba llevar por sus amigos y compañeros, rodeando la fogata principal donde todos cantaban y se agitaban con la liberación de sus cuerpos, los aromas se mezclaban en diversas sensaciones, cegando su espíritu. El cielo parecía tenebroso, pero sólo era la unión misteriosa que todos compartían, sus rubí se clavaban con interés en su prometida que tenía esa larga falda blanca haciendo nubes ilusorias a su alrededor cada vez que daba una vuelta, como un oleaje salvaje.

Por un momento se sintió desubicado de la nada, detuvo su meneo sencillo que seguía la música para captar su alrededor, sus amigos mitad dragón no paraban de reírse y perdieron el sentido de su movimiento, haciéndolo más lento como si quisieran seguir las llamas del fuego. Aquello le pareció extraño, parpadeó confundido, sintiendo algo tibio en las plantas de sus pies y en las palmas de sus manos, así que se miró con dedicación, ahí estaban sus extremidades, pero parecían alejarse.

Un poco desorientado buscó a su omega dándose cuenta que ella estaba atenta a sus reacciones, y en ese instante tan efímero, los demás personajes se veían en cámara lenta, parecía que un foco hiciera énfasis en el cuerpo delicado de su enamorada, ya no entendía el espacio, ni el tiempo, el sudor empezó a perlarle la piel y la respiración parecía ajena a su cuerpo.

Los sonidos hacían ecos, las risas venían en tonalidades distintas, si su cabello iba en punta pensaba que se le iba a explotar, se preocupó, creyó que su celo había azotado su dinámica por fin, pero cuando sintió la mano burbujeante de su compañera pudo calmarse, todo era muy difuso, los colores eran distintos y es ahí que pudo entender que el efecto de la belladona había llegado. Se tomó su demora, incluso creyó que no iba aparecerse, pero cuando seguía a la menor sin pensarlo mucho, como si fuera una marioneta entendió que ya estaba perdido.

Ella le dedicó una sonrisa y comenzó a rodearlo para seguir un baile de pareja, Katsuki sentía que sus decisiones con su cuerpo se ejecutaban más tarde de lo que le gustaría, era mucho más potente que el alcohol en el sistema, era diferente. Todo parecía una ruleta de luces y sensaciones que lo habían aturdido de diversas formas, todo era lento y rápido de una manera inverosímil. Trataba de seguirle el ritmo, no sabía para nada si realmente lo estaba haciendo bien, sólo sabía que cuando la tocaba o rozaba el calor le parecía una magia prohibida que lo elevaba a los cielos, una tonta risa se le escapaba sin poder evitarlo, se veía manso y divertido, su amada también no paraba de sonreírle coqueto y acariciar su cuello delatando su aroma.

La luna y el dragón (Katsuki Bakugou x lectora) [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora