Lo que inició como una reunión pacífica, buscando escuchar las opiniones y propuestas del pueblo, terminó en un campo de guerra verbal que no dejaba a nadie satisfecho.
La mesa redonda se agitaba en desacuerdo con los distintos voceros que tenía la aldea dragón y los brujos lunares, entre ellos la líder de los guardianes y el líder de los guerreros.
- Sacerdotisa comprenda que somos los pilares de esta tierra por una razón, todos combatimos juntos en la Guerra Estacional, si una guerra de esa magnitud esta propensa a renacer es nuestro deber apoyar a los del Norte y el Oeste también. - sostiene Kendo con el apoyo de su séquito.
- No puedo permitir eso, menos con nuestra raza que está dominada por omegas, el rey Enji y Nemuri se están encargando de todo para que no explote ninguna guerra, ahora debemos proteger la barrera, prepararnos para el refugio, nada de luchar o alistarnos para la violencia. - responde con firmeza la mujer de cabellos albinos y ojos calaíta, ganándose el disgusto de la mayoría.
- ¿Y qué hay de los guerreros? Todos somos alfas, estamos destinados a enfrentarnos a estos problemas, lo llevamos en la sangre, no nos parece correcto dejar solos a nuestros aliados más importantes o hacernos los ignorantes, nos temerán si somos más, funcionará. - rebate Tetsutetsu apretando su puño en signo de victoria.
- ¡No voy a dejar que se expongan de esta manera! ¡Lo prohíbo! Llegamos a un trato con los otros reinos para asegurar el futuro de Cardinal, además en nombre de nuestros pueblos fue la princesa de la luna y su consejero leal, ahora están en una misión, recuerden que los sabios también nos protegen. - puntualiza la rubia ceniza tratando de controlar con su aroma las emociones entrelazadas que estaban desviándose.
- ¡Los sabios son entes ancestrales que no interfieren con los problemas terrenales! Más allá de lo estrictamente necesario, sirven para guiar y aconsejarnos, nada más, no podemos fiarnos de ese hecho. - insiste la de cabellos naranja, recibiendo una afirmación de las personas que se encontraban detrás de las sillas principales de discusión.
- Y por eso confiamos en sus predicciones, estamos yendo por buen camino, no se apresuren. - recuerda la gran sacerdotisa haciendo lo mismo que su compañera.
- Bakugō, es raro que para este punto no hayas opinado nada. - susurra con cautela su consejero pelirrojo-, lo mejor es que hables por los dos, (T/N) no le gustaría tu neutralidad.
El joven alfa no alzaba su mirada carmín para nada, por él se lanzaría apoyando los ideales del ejército del Sur-Este sin problema alguno, empero, su creadora le había amenazado con no incitar al desorden y al caos, ya que no era lo correcto, todos necesitaban de su imagen para mantener la calma y la sensatez, el pueblo confiaba mucho en él.
- No tengo nada que opinar. - taja tocando un pedazo de tela oscura y pesada, la llevó a su nariz tratando de captar el aroma de rosas, avellana y cereza de su compañera, exhalando con desánimo.
Su mejor amigo le miraba muy preocupado, sabía que ese trozo de ropa era lo único que le permitía informarse de que su amada estaba con vida, desde hace una semana que no le mandaba cartas, sólo restos de su uniforme, algunas flores o plantas, incluso residuos de trampas, todo para asegurarle que seguía en su trabajo.
Un trabajo tan delicado y exasperante que no tenía ni tiempo de escribirle, más allá de frases tipo "está noche pensé en ti, ojalá no tengas insomnio por mi culpa" o un simple "Estoy bien, por favor no dejes de comer". Todos sus amigos hicieron lo posible por animarle, pero está pasividad era muy desconocida en él, a diferencia de la anterior vez que estaba agresivo y a la defensiva, ahora parecía una bomba haciendo un conteo tenebroso para explotar en mitad de la calma.
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La luna y el dragón (Katsuki Bakugou x lectora) [Omegaverse]
Fanfiction(OMEGAVERSE) La historia de dos protagonistas que los obligan a casarse por el bienestar de su pueblo y planean arruinar su boda sin querer consecuencias. ¿Será así de sencillo o un sentimiento creciente hará rebotar su objetivo? Te invito a averig...