08

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- Carajo...

"Vamos, hazlo, ella se pondrá muy feliz"

- ¿Kats? ¿Qué pasa? - preguntó con una mirada inocente y tranquila, apreciando los rubíes de su compañero.

- Nada...(T/N)...

El rubio ceniza se acercó a su rostro soltando las cuerdas que sostenía para dirigir el vuelo, en un roce intencional movió el cuerpo de la menor como una doncella para que se sintiera más cómoda. Juntó su frente con la de ella ganándose unos ojos perplejos y confundidos de su parte.

Sus respiraciones chocaron con cierta calidez, la menor sintió el bombeo alarmante de su corazón junto con el rojo de sus mejillas, no podía captar ni darle explicación a las acciones del alfa, cosa que la ponía nerviosa. Sus cabellos se sacudían por el golpe constante del aire, la libertad del vuelo se presenció y el dragón comenzó a volar de manera firme para que no se deslizaran.

- ¿Qué pa-pasa? - balbuceó sin entender la mirada seria del mayor.

El rubio se acercó a su mejilla para luego proporcionarle un mordisco juguetón, seguidamente lamió su frente para después besar la punta de su oreja izquierda con mucha tranquilidad. La joven omega se limitó a cerrar los ojos mientras temblaba de la timidez, esos gestos la hacían sentir extraña pero muy reconfortante a la vez.

- ¡Kats! ¡¿Qué haces?!- soltó una carcajada al sentir las lamidas constantes en su cuello y en sus cachetes-, ¡Pareces un cachorro, basta!

Y las risas por parte de la bruja continuaron, la expresión serena del alfa seguía intacta mientras repartía esos mordiscos suaves y besos sutiles por todo su rostro y hombros.

- ¡Ay! ¡Me da cosquillas!- se quejó divertida calmando el bombeo de su pecho.

- Quédate quieta.- ordenó molesto volviendo a morder su cachete.

- ¡Auch! Siempre que nos veíamos de niños me mordías la mejilla ¿Por qué? ¡Auch!

- Morderé más fuerte si no te callas.- sentenció recibiendo un puchero por parte de la menor.

Siguiendo con su sesión de gestos cariñosos a su parecer, le dió una señal a su leal dragón para que comenzara a descender.

- Eres terrible.- se quejó con ternura mientras terminaba de acurrucarse en el cuello del alfa.

La omega se fue quedando poco a poco dormida a pesar del ligero vacío que sentía por bajar al suelo. El príncipe por otro lado nunca detuvo sus acciones instintivas, seguía ofreciendo ya con más delicadeza sus caricias.

Bajando del dragón cargó al estilo nupcial a su involuntaria prometida para entrar a la cabaña. Agradeciendo con una mirada decisiva a su compañero quien se dispuso a dormir en donde había aterrizado para hacerles compañía a lo lejos.

- ¿Katsuki ya llegaste? - su madre alfa gritó desde el puente al escuchar el aleteo de su mascota llegar.

- ¡Sí vieja chismosa! - contestó abriendo la puerta de la habitación de su acompañante.

- ¿(T/N) está contigo? - volvió a gritar para verificar.

- ¡Sí, la inútil se desmayó por lo borracha que está!

Una risa sonora se escuchó.

- ¡Está bien cuídala! ¡Todavía no quiero nietos antes de la boda!

- ¡Cállate vieja! - masculló dejando el cuerpo adormilado de la joven en su cama.

El alfa se quedó por un momento observando a su acompañante, sentía una curiosa presión en su estómago y pecho que le causaba ansiedad y calidez a la vez. Ignorando lo anterior, con una inhalación derrotada se acercó a la mesa de noche luego de arroparla para apagar la vela que iluminaba el cuarto.

La luna y el dragón (Katsuki Bakugou x lectora) [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora