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- ¡Compórtate! No quiero tu inútil trasero haciendo desastres. - regañó con notable molestia un príncipe alfa viendo a su dragón rojizo.

Su compañero ancestral rugió disconforme, las lluvias ponían inquietos a los de su raza, entre menos sol haga más débiles se sentían, buscaban calor a como fuera de lugar, eso incluía una compañera para procrear.

- No estamos en invierno maldición, calma esas hormonas. - le reprende viendo a la dragona de su prometida quien estaba cerca dormitando, siendo completamente inocente de su alrededor.

- ¡Vamos Bakugō! No puedes privar los placeres de la vida a tu mascota, tiene tanto derecho como tú. - aparece entonces el consejero real del Norte agitando sus alas de manera divertida.

- No te metas en los asuntos ajenos pollo idiota, si me quedo sin dragón será muy malo para estas épocas, tanto (T/N) como yo necesitamos movilizarnos, ellos tienen su temporada en invierno, que no joda ahora. - le explica con deje de molestia en su ceño fruncido.

- Como tú digas campeón, incluso a mí me inquieta la lluvia, se supone que estaríamos en verano, mis plumas se sienten más pesadas. - se queja observando el cielo con descuido, era un fenómeno que trataba de controlar a su manera.

- A nosotros los brujos se nos da excelente la lluvia, es curioso como nuestros pueblos son tan diferentes, pero funcionan muy bien. - dijo con pereza el consejero peli morado mientras tomaba su bebida, los tres habían acabado de salir de una pequeña reunión para establecer las fechas para la siguiente prueba.

- En fin, me largo, quiero descansar, nos vemos después. - avisa el alfa mayor dejando comida para las dos mascotas reptiles.

Cuando se fue alejando los tres polluelos de sus otros compañeros ancestrales lo siguieron de manera fiel como una mamá pato con sus crías. Imagen bastante divertida para los otros dos espectadores.

- Qué bueno~ no puedo esperar para ver a los tres cachorros que tendrá (T/N)-chan. - suelta entusiasmado el alfa puro haciendo que el beta escupiera su café.

- ¿Qué rayos estás diciendo? - tose tratando de formular la pregunta, limpiando su traje.

- Pues claro, ¿Lo sabes no? Los animales que nos eligen son la representación de nuestro ser y nuestro futuro, es una lástima que los hombres están perdiendo esa costumbre, prefieren crear lazos con armas y bestias. - fue explicando sin percatarse de la expresión atónita de su acompañante.

- Sigue sin dejarme claro el por qué dijiste lo de los cachorros...¿Acaso ella está....? - pregunta con desconfianza mirando hacia un lado.

- ¿Qué? ¡No! - se ríe al darse cuenta por fin -, me refiero a que es muy común que, si tus mascotas tienen cierta cantidad de hijos, serán los mismos que tendrás en el futuro, tuvieron tres polluelos de seguro saldrán tres cachorros. - aclaró con una gran sonrisa, desconcertándolo. - aunque espero que el huevo que no nació no sea un mal augurio...- murmuró eso último algo dudoso.

- No lo había visto de esa manera, tiene mucho sentido. - se rascó el cuello nervioso, queriendo esconderse en sus vendas.

- Es increíble que el rubio explosivo y tú sepan que (T/N)-chan es su pareja destinada, pero ella no tiene ni idea lo que conlleva eso. - dice despreocupado preparándose para volar.

- No quiero entrometerme en su decisión o forma de descubrirlo, es trabajo de Bakugō decírselo. - confiesa con tranquilidad-, ¿Cómo te diste cuenta?

- Los halcones somos seres monógamos de por vida, entendemos muy bien lo que es tener una pareja que deseamos sea nuestra destinada. - dice con cierta tristeza-, solo espero que puedan aceptarlo rápido, se necesitarán en el futuro.

La luna y el dragón (Katsuki Bakugou x lectora) [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora