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En el frondoso bosque del Este se encontraban las más misteriosas criaturas y los más hermosos templos sagrados de la historia de Cardinal, su conservación por parte de los brujos era vital para todos. En aquellas profundidades antes nombradas, se hallaba una joven omega sosteniendo su bastón de una mordida mientras veía el mapa en sus dos manos.

Abajo de ella, un cráter muy grande estaba en el suelo ofreciendo una notable entrada a un lago subterráneo de muchos colores llamativos.

- Creo que voy a nadar. - avisó guardando el mapa, quitando por fin el bastón de su boca con una sonrisa.

El chucheo disconforme de su mascota quien era una lechuza, le hizo dar a entender que no estaba muy segura de su decisión.

- Va solo es un lago, no me va a pasar nada. - dijo en tono descomplicado agitando sus manos, ignorando por completo las advertencias de su compañera.

La bruja lunar tomó impulso confiada y comenzó a correr para dar un salto seguro hacia el vacío, estaba determinada a disfrutar de esas aguas así estuviera con ropa.
Para su suerte apenas logró los dos metros de caída, puesto unas vendas la atraparon en el acto quedándose colgada como una presa indefensa estrujando su cuerpo.

- ¡Shinso! - gritó el nombre del culpable, conocía perfectamente esas vendas.

- ¿Acaso eres suicida? - preguntó el mencionado asomándose por el borde con un tono jovial.

- ¿Qué te pasa? ¡Iba hacer el mejor clavado de mi vida! - reprochó tratando de escupir los cabellos de su boca que se habían enredado con las cuerdas.

- ¿Estás loca? Hay un kraken de agua dulce en ese lago. - respondió enarcando las cejas.

- No eso no puede ser. - confundida miró hacia abajo para verificarlo, evidentemente una figura gigante y oscura se movía en aquellas aguas coloridas paseándose como el rey del lugar-, oh mierda... ¡Súbeme! ¡Súbeme!

La risa del peli morado no se hizo esperar al verla alarmada. Jaló con cierta habilidad sus vendas para impulsar a su compañera, quien cayó a su lado con facilidad luego de una pirueta.

- Buaj me dio escalofríos no te voy a mentir, esa cosa sí que da miedo. - se llevó una mano en el pecho en signo de sorpresa.

- Ibas a ser su desayuno si yo no hubiera llegado a tiempo. - bromeó el oji violeta cruzándose de brazos luego de guardar su arma.

- Por eso eres mi amigo, para salvarme el culo en situaciones así. - punteó de forma bromista jugando con su bastón entre las manos.

El ulular de su mascota enojada la hizo girar para pedir perdón, recibiendo una mirada acusativa en forma de regaño; le advirtió, pero no le había hecho caso, muy típico de la omega.

- Hasta ella lo había predicho, estás en los límites del bosque y eso lo hace más peligroso. - comunicó Shinso mirando hacia los lados con cierta pereza.

- Ya lo sé, para eso tengo un mapa, he viajado a tantas partes que me he olvidado un poco de mi tierra.- alzó los hombros divertida posicionando su arma en ellos-, es irónico.

- No me pagan lo suficiente para esto. - se quejó el mayor recibiendo un golpe rápido en la cabeza.

- Pensé que eras mi consejero porque me querías. - hizo un puchero indignada con ganas de volver a golpearlo.

Otra risa ronca y arrastrada salió del beta.

- Claro, solo te molestaba, me fascina frustrar tus intentos suicidas My lady.- mencionó eso último dando una reverencia para hacerla enojar más.

La luna y el dragón (Katsuki Bakugou x lectora) [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora