La luna y el dragón (Katsuki Bakugou x lectora) [Omegaverse]

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Nota: este capítulo se centra en su vida pasada, es como una historia extra, un escenario, las primeras 3500 palabras son de ese apartado. Espero les guste besitos uwu.

Año 20XX tiempo de héroes.
_______ ________ (27 años de edad)

- Te amaré hasta que la chispa de mi alma se apague de tanto buscarte en las otras vidas.

Esa frase fue la más icónica de mi último libro, empezaron a utilizarla para las cartas de pareja e incluso en series de televisión. Lo que mis lectores nunca supieron fue que aquella frase te la dedicaba constantemente, por que no podía darle más explicación al amor eterno que te tengo, Katsuki Bakugō.

Era una escritora independiente que se avergonzaba de sus propias creaciones, publicaba mis obras de forma anónima con un gran contrato en una editorial de cuarta, pero era feliz al verlas físicas y tener mi propio club secreto. A pesar de eso, me ganaba la vida siendo administradora de un café, nací sin don, más allá de tener pasión para escribir.

Te veía en la televisión con ese traje tan deslumbrante y con esa quijada tan orgullosa, eras motor de inspiración para describir al hombre perfecto - según yo- en mis historias. Eras imponente y compraba toda la mercancía posible con tan solo apreciar tu gran trabajo. Era una fanática de héroes no me puedes culpar, siendo el número uno ¿Como podrías hacerlo? Te tenía un enorme respeto.

Respeto que se fue por la borda cuando llegaste a mi trabajo escapándote de la multitud e irritado por los periodistas. Te sentaste soltando maldiciones y trataste mal a una de mis empleadas por solo ofrecerte el menú. Sin rebajarme como persona me acerqué de manera amenazante y todavía recuerdo tu mirada perpleja cuando te dije que dejaras de creerte especial solo por ser héroe, que primero debes ser humano al tratar con los demás.

Tu sonrisa atrevida se mostró al ver que te reté y te serví tu café de mala gana. Al parecer eres masoquista, te gusta que te traten mal, siempre lo he pensado. Mis amenazas fueron claras en que no volvieras, no podía permitir que alguien solo por ser famoso y aclamado despreciara nuestro servicio.

- Volveré.- fue lo que me dijiste esa tarde cálida, saliendo airoso por la puerta.

Seguía admirándote, pero me parecías un fastidio, anhelaba que no volvieras realmente, me ponías muy nerviosa. Tal fue mi sorpresa cuando con ropa de civil, te acercaste al mostrador donde en ese momento yo no estaba atendiendo. Me encontraba leyendo mi propio libro en la repisa de postres sin querer voltear a mirarte.

- Oi ¿Qué estás leyendo?- me preguntaste mientras esperabas la orden, con ese entrecejo que nunca podías evitar, te vas a volver viejo más rápido por eso.

- Es mi libro, lo estoy revisando.- respondí con desinterés.

- ¿Eres escritora?- dijiste sin creértelo con una voz burlona.