Capitulo 17: Katana

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El sol entraba por la gran ventana que tenían los Haitani en su habitación, abrí mis ojos lentamente para que me fuera acostumbrando a la luz. Tenía a Ran por el frente, su cabello caía por su cara cubriéndola casi por completo, le acomodé el pelo para poder ver su rostro. Rin por su parte estaba a mi espalda y con su rostro hundido en mi cuello.

No sabía cómo habíamos logrado dormir los tres juntos sin movernos durante toda la noche.

Era la primera vez que dormía con ellos y me gustó, quería que esto se repitiera mucho más.

-¿Te gusta lo que ves?- Ran tenía la voz ronca y aún permanecía con sus ojos cerrados.

-Un poco- le dejé un beso en la punta de su nariz -Creo que eres muy guapo recién despierto.

-A mi me fascina lo que veo- podía ver el sol reflejarse en el rubio de sus pestañas.

-Ran tienes los ojos cerrados, no seas idiota- Lo regañé.

-Son tan ruidosos, dejen dormir- Rindou también había despertado y como me gustó escucharlo hablar de forma ronca.

-Si te molesta puedes salir al cuarto de visitas hermanito, Chinatsu y yo haremos más ruido- Ran se puso arriba de mi y comenzó a besarme, todo su cabello caía sobre mi cara y podía oler el aroma que tenía, que bueno que no estaban sus papás porque ya sabía a donde nos llevaría todo esto.

-Estás loco si crees que la dejaré solo para ti.

-Aprende a compartir Rindou- Le dijo Ran, mientras metía una mano debajo de la playera que me prestó Rin.

Vaya manera de empezar el día.

Después de que nos desayunáramos y desayunáramos me llevaron a la tienda de tatuajes donde ellos se habían hecho la araña y la serpiente, si voy a tatauarme que mejor que el único lugar donde se los hacen a menores de edad sin permiso de los papás, además que conozco su trabajo, porque es el mismo tatuador de Draken y Tora.

Todo el camino me preguntaron que quería hacerme, pero sería un secreto, al menos hasta que terminarán el tatuaje.

Quería algo pequeño y que pudiera ocultar fácilmente, lo había estado pensando toda la noche y había encontrado la idea perfecta.

Obligé a Ran y Rin a quedarse lejos de mi, no quería mostrarles lo que me iban a hacer hasta que el tatuaje ya estuviera terminado.

Cuarenta minutos después de que la aguja tocara mi piel, el tatuador ya estaba dándome las instrucciones de cómo cuidarlo.

Puse mi muñeca derecha detrás de mi espalda para que no la pudieran ver y fui a la sala de espera donde estaban mis novios.

-¿Qué fue lo que te hiciste?- Rindou intentaba jalar mi mano para verlo.

-No seas impaciente Rin- Quería dejarlos en suspenso un rato. -¡Taran!- Canturrié, me había hecho una R en letra cursiva del tamaño de mi uña del dedo pulgar y junto a ella una pequeña araña. -Esta es mi manera de decirles que también los amo.

-¿Nos amas?- Ran me miraba embelesado.

-¡Aja!- me sentí muy feliz por habérmelo hecho y poderles decir que yo también los amaba -Más de lo que creen.

-¡Ja! Y yo que creí que solo éramos un juego para ti- Rin se pegó a mi espalda y dándome besos en la mejilla izquierda.

-Al principio si pero con el tiempo les tomé cariño- Durante los primeros meses que comenzamos a salir yo les decía todo el tiempo que no duraríamos mucho, pero vaya manera de callarme que ahora tenía tatuada la inicial de ambos.

Entre Sangre y Romance Donde viven las historias. Descúbrelo ahora