Capitulo 39: Si, si, si y si 🍋

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-¡Kendo!

-¡Artes marciales!

-¡Kendo!

-Deja de ser tan terca Chinatsu, Ronin irá a artes marciales.

Llevábamos toda la semana pelando por que clases meteríamos a Ronin, recomendación de su psicóloga para ayudar a ocupar la energía extra que tenía nuestro hijo.

-El Kendo le ayudará más que romper huesos Ran.

Rindou nos observaba desde el sillón con Rumi dormida en sus brazos y Ronin sentado a un lado de ellos.

-Vamos Ronin dejemos a los locos discutir- Se pararon y fueron al cuarto de juegos que acaban de terminar para los niños.

Desde que Rumi llegó a casa se habían hecho varias modificaciones en el departamento, la pared que había entre el cuarto de los Haitani se había tirado y ahora solo era una habitación para los tres, mientras que el cuarto de visitas se convirtió en la sala de juegos de los niños.

Ran y Rindou querían que los pequeños Haitani tuvieran un cuarto especial para hacer sus travesuras.

-¿Sabes qué Ran? lo discutiremos más tarde, no llegaremos a ninguna parte.

-Mi amor no te hagas la tonta, Ronin nació para brillar en las artes marciales.

-¿Ye veremos quién tiene la última palabra?

Voy a ser muy cuidadosa en que Ron nl siga nuestros pasos, él no irá a ninguna pandilla.

-¿Justo ahora Ran?- me encontraba a a horcajadas sobre el mayor de los Haitani mientras el menor estaba tomando una ducha

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-¿Justo ahora Ran?- me encontraba a a horcajadas sobre el mayor de los Haitani mientras el menor estaba tomando una ducha.

Llevaba días insistiéndome en que tuviéramos sexo solo él y yo, porque según decía, Rindou acaparaba toda mi atención.

-No seas tímida Chinatsu- Ran me trozó las bragas dejándome solamente con el babydoll que tenía mientras seguíamos besándonos.  Comenzó a meter sus dedos y trazar pequeños círculos en mi punto sensible.

Pasé mis manos detrás de su cuello para poder sostenerme, mi espalda se arqueaba y mi cuerpo se estaba comenzado a llenar de calor.

-¡Ran que bien lo haces!- Un solo toque de él bastaba para que me llenara de placer, todos mis gemidos eran parados por la boca de Ran. Era una suerte que el cuarto tuviera aislante de sonido dentro de las paredes.

Sentía mi primer orgasmo de la noche a punto llegar y Ran lo sabía porque comenzó a mover más rápido sus dedos dentro de mi, hasta el punto que le terminé mojandole toda la mano.

Una sonrisa ladina apreció en su rostro y sacó sus dedos tratando de no lastimarme.

-Levántate un poco- le hice caso y Ran comenzó a bajarse su pantalón de pijama junto con su bóxer. -Listo cariño voy a entrar- puso sus grandes manos en mi cadera y comenzó a introducir su gran miembro en mi cavidad, como ahora tengo el diu y somos exclusivos decidimos suspender el uso del condón un par de veces a la semana -Qué bien te sientes.- hizo su cabeza hacia atrás debido al placer que sentía por estar apretando su pene en mis paredes vaginales.

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