Entre Sangre y Romance

Capitulo 26: Nuggets

A pesar de todas mis negativas terminaron acompañándonos, estábamos caminado buscando un lugar que vendieran nuggets.

Ron iba tomado de mi mano y brincando las líneas del pavimento, de vez en cuando miraba disimuladamente a los Haitani quienes no lo perdían de vista.

-Dejen de verlo así lo asustan.

-¿Quién crees que es el padre?- Que pregunta tan estúpida Ran.

-Si lo supiera no les hubiera pedido la prueba de paternidad.

-Mira mamá en McDonalds venden nuggets- Ronin señalaba el local que estaba un par de metros por enfrente de nosotros.

Los cuatro entramos a la tienda de comida rápida y fuimos a la fila que estaba frente al mostrador para hacer nuestra orden.

-¿Quieres otra cosa aparte de los nuggets?- le preguntó Ran, al menos él sabía un poco más como hablar con mi hijo.

La gente nos miraba raro, desentonábamos por nuestra vestimenta formal en un lugar de comida rápida que casi siempre estaba llena de niños, además éramos tres adultos para un solo niño, hacía que nos viéramos sospechosos.

-El refresco y el juguete- Claro que quería el juguete.

-Vayan a la mesa los alcanzó allá- Ran no me dio tiempo de decirle que lo quería para llevar y cenar en la comodidad de mi casa, sin ellos dos.

-¿Puedo esperar con él?- Ronin siempre fue un niño muy sociable y se le daba hablar con casi todas las personas, tal vez se debía a que creció rodeado de adolescentes.

Estaba indecisa, con las únicas personas que me atrevía a dejar a mi hijo eran mi familia y Mi-Suk.

-Ran cuidará de él, vamos Nat- Rindou me tomó del codo y nos llevo a una de las mesas del fondo.

Él ocupó la silla de un lado mío para no taparme a Ronin quien ahora estaba hablando animadamente con Ran.

-¿Te arrepientes de haber estado con nosotros?- Este es un pésimo lugar para hablar de nuestro sentimientos Rindou.

-Nunca... yo los amaba.

-Realmente lo siento Nat. Jamás quise dejarte.

-Pues lo hicieron Rindou- El que no me quisieran dejar y lo hayan hecho eran dos cosas totalmente opuestas -No quiero hablar de eso, ya tuve suficiente.

Ran venía hacia nosotros con una charola que tenía encima siete ordenes infantiles,
más los nuggets de Ron.

Ronin se sentó frente a mi y Ran frente a su hermano.

-¿Qué es todo esto Ran- Rindou miraba detenidamente la montaña de comida rápida.

-No se podía decidir por ningún juguete y le compré todos- Creí que su estupidez tenía un límite pero esta vez la sobrepasó.

-Ran, es un niño siempre va querer juguetes- le quité el envoltorio al popote y lo puse en su vaso para pasarle el refresco a mi hijo -Tenías que hacer que elegirá solo uno.

-Pero me gustaban todos mamá- ¿Ahora lo defendía?

Estuvimos esperando a que Ronin terminara de comer y Rindou también terminó comiendo una de las órdenes infantiles que había pedido Ran.

-Voy al baño- empujé la silla donde estaba Ronin para que le fuera más fácil bajarse.

El baño estaba a unos cuantos pasos de nuestra mesa. Ran y Rindou también se pararon de su asiento.