Capitulo 22: Ronin

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Ronin dormía plácidamente sobre mi camilla del hospital, envuelto como un burrito por una manta color azul.

Creí que nacería calvo pero tenía bastante cabello rubio igual al de los Haitani y curiosamente el color de ojos eran como los de Chifuyu o más bien como los de mi querido difunto padre.

Casi no lo recuerdo, pero estoy segura que él estaría muy feliz por mi.

Siempre creí que los bebés recién nacidos eran feos pero Ronin era precioso y no lo decía por el amor de madre, el personal del hospital que lo habían visto me decían que era el bebé más bonito del área de maternidad.

-Sus ojos tienen la forma de los de Ran- dijo Chifuyu.

-Si, pero la nariz es idéntica a la de Rindou- Imaginé que al nacer podría saber quién era el padre, pero era misión imposible, era una combinación de esos dos. Tal vez cuando creciera se parecía más a su papá.

-¡Nat, Ronin acaba de hacer pucheros!- Efectivamente mi bebé estaba levantando su boquita formando un puchero.

Chifuyu y yo comenzamos a entrar en pánico, porque creíamos que no era normal que hiciera pucheros pero no llorara, una enfermera nos vio y dijo qué tal vez estaba haciendo pipí, nos explicó que algunos bebés hacen pucheros mientras orinan.

-Me lo llevaré para cambiarlo- No quería dejarlo, era extraño que después de casi nueve meses ya no estuviera conmigo.

-¿Puedo cambiarlo yo?- Se ofreció Chifuyu.

-Claro, iré por la cosas- la enfermera regresó con un pañal y una bolsa pequeña de toallas húmedas.

Chifuyu descobijó a Ronin, quien debajo de la manta solo tenía el pañal. Toqué uno de sus pequeños pies y se sentía tan cálido.

Chifuyu le quitó el pañal mojado, lo limpió con mucho cuidado y le terminó poniendo el pañal nuevo. Yo fui quien le dio la forma de burrito otra vez.

Mi mamá entró en la sala del hospital a toda prisa, se había perdido el nacimiento de su nieto por una junta del trabajo.

-¿Donde está el impaciente?- Cuando estaba en la sala de parto Chifuyu le aviso a mi mamá que Ronin se había adelantado.

Cuando lo vio comenzó a llorar de felicidad y lo tomó en brazos.

-Al menos el desconocido era guapo- Ven Ronin era muy lindo, cortesía de los genes Haitani.

-Si, pero tiene mis ojos- presumió Chifuyu.

-Me recuerda a ustedes cuando eran niños- Ronin comenzó a retorcerse y a llorar en los brazos de mi mamá -Tiene hambre Nat.

¿Cómo carajos sabe eso, solo lloró?

Yo lloro y no es porque tenga hambre.

Me regresó a mi bebé y me ayudó a comodarmelo para darle de comer.

-Mamá prometo buscar trabajo apenas pueda caminar.

-No te preocupes cariño, disfruta a tu bebé.

-Pero...

-Pronto se desocupará un puesto en donde trabajo, tú espera y cuida de los dos.

Al día siguiente que di a luz me dieron de alta y regresé a casa.

Los chicos querían ir a ver a Ronin apenas saliera del hospital pero Emma y Draken no los dejaron, querían que al menos descansara un día antes del caos que armarían en mi casa.

Entre Sangre y Romance Donde viven las historias. Descúbrelo ahora