Ya habían pasado dos semanas desde la fiesta en el club de teatro y nuestros compañeros de clase sabían sobre nuestra peculiar relación Matsuno x Haitani.
Pero por miedo a Ran y Rin no decían cosas negativas o al menos no cerca de ellos dos, la fama de los Haitani ya era muy bien conocida por todos en la escuela y por lo tanto nadie quería hacerlos enojar.
Algunas veces en el baño de chicas mientras yo estaba en los cubículos, llegué a escuchar comentarios ofensivos hacia mi, como que era una zorra, una fácil entre muchas otras cosas hirientes, quería contarle a Chifuyu pero seguíamos sin hablarnos, un día me topé con Emma en la calle y le conté como me sentía con lo que me decían, ella me dijo que si reconocía la voces de esas chicas los besara enfrente de ellas pero no me atrevía a hacerlo así que simplemente lo dejé pasar y no creo que Emma sea la más indicada en darme consejos amorosos cuando ella no puede llamar la atención de Draken.
En la hora de la clase de educación física, en la única materia que brillaba por mis habilidades, estábamos haciendo estiramientos cuando Rin separó sus piernas peligrosamente, yo solía presumir de mi elasticidad pero la de Rindou era brutal.
-¿Cómo haces eso?- Era sorprendente.
-Talento natural- se miraba lindo sin gafas, se podían apreciar mejor sus ojos -Ven te enseño.
Me tomó de la mano y me hizo que me sentara en el suelo -Forma una V con tus piernas- las separé lo suficiente y luego puso la planta de sus pies contra los míos, tomó mis mano y comenzó a hacerse para atrás -Ran ayúdanos.
Ran se sentó detrás de mi, peligrosamente cerca, puso su piernas en la misma posición que las mías haciendo que estuviéramos muy pegados. Poco a poco Rin se siguió haciendo hacia atrás sin soltarme y mi cara se iba acercando al suelo.
-Rin no creo bajar más- Ya había llegado a mi límite de elasticidad.
-Ran- Al escuchar como su hermano lo mencionaba puso sus grandes manos sobre mi espalda y comenzó a empujarme mientras Rin me jalaba, ya tenía la nariz contra el piso.
-No sabía que podría hacer esto- me sentía emocionada aunque casi besaba el suelo.
-Con nosotros descubrirás cosas nuevas Chinatsu- Ran comenzó a meter su mano debajo de mi playera de deportes. Me solté de Rindou y le jalé una trenza.
-Ni se te ocurra Ran- Sacó su mano y solo rio, no sin antes darme un beso.
-¿Te puse nerviosa?- Aún estando en el suelo me rodeó con ambos brazos y recargo su barbilla en mi hombro.
-En lo más mínimo... pero no quería hacer una escena así frente al resto de la clase.
Si ya hablaban mal de mi por estar con ellos y solamente nos habían visto abrazados y dándonos algunos besos, si llegaban a ver que íbamos un poco más allá, las cosas empeorarían para mi.
El profesor de deportes hizo sonar su silbato para llamar nuestra atención.
-Seguimos con el calentamiento, ya saben que hacer- volvió a sonar el silbato y se fue a sentar a las gradas.
Viejo olgazan.
Teníamos que hacer un par de circuitos corriendo alrededor de las canchas de la escuela, me acerqué a la línea de salida y en cuanto el profesor dio la señal para comenzar a correr salí disparada hacia la meta, fui la primera en hacer los dos circuitos completos seguida de los Haitani.
De todos en la clase nosotros éramos quienes mejor condición física teníamos, después de todo nuestra actividad extraescolar es pelear.
Los tres nos sentamos en las gradas a esperar a que el resto terminara. Ran estaba en la grada superior a mi y Rin a un lado mío.
Ran puso sus manos sobre mis hombros y los apretaba como si fuera una especie de masaje, dudo que los masajes duelan.
Muchos de los compañeros solo trotaban para fingir que realmente estaban haciendo la actividad y otros caminaban con su grupo de amigos mientras hablaban.
Poco a poco se nos fueron uniendo más compañeros, un grupo pequeño de chicas también terminó y cuando pasaron al lado de mi me pusieron su peor cara creyendo que ninguno de los Haitani las había visto.
Pero Ran lo notó y se quiso parar yendo a ellas, no con intenciones amistosas, fue una suerte que lo alcancé a detener e hice que se sentara de nuevo.
-No puedes pelear con chicas Ran- Los creía capaz de todo pero no de golpear a chicas, probablemente solo las atenazaría o algo por el estilo.
-Nat tú peleas con hombres todo el tiempo- Rin tenía razón pero indefensa indefensa no era, sabía perfectamente cómo defenderme.
-Pero bajo circunstancias diferentes Rindou- Me gustaba pelear y se me daba, también sumándole que mi hermano me cuidaba la espalda.
-Ya me harté que todo el tiempo te vea de esa forma- ¿Así que él también se había dado cuenta? pero en cierta medida ellos eran los culpables yo salía no con uno sino con dos de intereses amorosos de mis compañeras.
Y para mala suerte de todas ellas yo nunca busqué a los Haitani, ellos me buscaron a mi.
Ran me tomó de la cara sin ningún cuidado y me besóde una forma para nada casta, mi cabello caía por mi cara pero él lo puso detrás de mi oreja para que las chicas vieran cada detalle de nuestros labios moviéndose y su lengua jugando dentro de mi boca.
-Eso les enseñará a saber de quien soy- ¿Ran es mío?
Después de todo Emma tenía razón ellas estaban celosas de mi, se pusieron rojas del enojo y siguieron caminando mientras zapateaban.
Rindou se quitó la sudadera y pude ver que por debajo de la manga de su camisa se asomaba un tatuaje.
-¿De qué es tu tatuaje Rin?- Todos en las pandillas sabían que los Haitani tenían un enorme tatuaje pero nunca descubrí de que era exactamente.
-Es una araña pero solo la mitad, Ran tiene tatuada la otra mitad en el lado izquierdo del cuerpo
-¿Cuerpo?- ¿Tan grande era el tatuaje?
-El tatuaje empieza en el pecho pero termina en los pies- Agregó Ran -También tenemos una serpiente en la espalda.
-Que genial, yo también quiero uno- Siempre me agradó la idea de hacerme uno pero no podría tatuarme sin armar una gran pelea en mi casa.
-Tal vez después te llevemos a que te hagas uno- Rin se ofreció.
-Y de pasó me dan asilo- mi mamá nos había advertido muchas veces a Chifuyu y a mi que si llegábamos con un tatuaje nos olvidáramos de regresar a la casa -Me quedaré sin madre en cuanto la aguja toque mi piel.
-Por mi no hay problema Nat.
-O te lo puedes hacer en un lugar que solo te veamos nosotros.
A Ran ya se le está haciendo costumbre darme alagos en doble sentido.
El resto del día en la escuela pasó muy tranquilo a excepción del estúpido trabajo que tendríamos que entregar la próxima semana.
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Entre Sangre y Romance
RomanceChinatsu era la hermana mayor de Chifuyu y un miembro más de la ToMan siendo la única mujer entre las filas de la pandilla. Un día los hermanos Haitani son transferidos a su escuela y empieza una extraña interacción con ellos dentro y fuera de la p...