Chinatsu era la hermana mayor de Chifuyu y un miembro más de la ToMan siendo la única mujer entre las filas de la pandilla.
Un día los hermanos Haitani son transferidos a su escuela y empieza una extraña interacción con ellos dentro y fuera de la p...
Todos observaban las manos de los tres pidiendo una explicación con la mirada.
Izana y Kakucho por su lado solo rieron y pude escuchar como se burlaron de los Haitani.
Pero mis amigos de cierta manera eran más protectores conmigo a excepción de Mikey.
Ese me benderia por una caja de doroyaquis
-¿Qué pretenden?- Draken les preguntó en un tono para nada bonito.
-Solo estamos cuidando que ningún idiota se acerque a nuestra chica- Ran lo retaba con la mirada y levantaba el mentón, pero si hablamos de una lucha de altura el pelón le gana.
-Ignoren a este par- les dije a mis amigos -acaban de perder la cordura por completo- movía mis manos intentando zafarme de ellos pero no lo pude hacer.
-La que terminara perdiendo la cordura serás tú cuando estes en...- Por gracia divina me zafé de los dos y con una mano le tapé la boca a Rindou antes de que terminara la frase.
-Chifuyu ya vámonos tengo sueño- Era una mentira mayúscula pero no podía estar un rato más ahí en este tipo de ambiente de miradas masculinas.
-Quédate ahí enano nosotros llevaremos a Chinatsu- Ran me tomó de la mano nuevamente para arrástrame hacia su motocicleta.
Extrañamente Chifuyu se quedó en su lugar pero la mirada que tenía asustaba un poco.
-¿Qué clase de trato hicieron con mi hermano?- Sabía que el comportamiento de Chifuyu no era normal, siempre fue protector con la clase de chicos que se me acercaban de forma romántica.
-No sé de que hablas Nat- Rindou se hizo el tonto pero algo me estaban ocultado esos tres.
-Conozco perfectamente a Chifuyu y él no dejaría que me llevaran ustedes dos.
-¿Qué nos darás a cambio si te decimos?- Ran me quería chantajear, en otras circunstancias no hubiera accedido pero quería saber que le hicieron a Chifuyu y hacerlos pagar.
-¿Cuál es su precio?- Si pedían mucho le sacaría la verdad a mi hermano ya fuera a golpes o mejor aún amenazando con quemar sus mangas.
-Mañana habrá una fiesta en la escuela, irás con nosotros- Era un precio bastante bajo.
-Bien- me crucé de brazos -Hablen.
-Lo sobornamos- dijeron de una manera muy natural.
-¿Con qué?
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Maldito Chifuyu me las pagaría y muy caro.
Ya había pasado una hora desde que los Haitani me dejaron en mi casa y aún no llegaba mi estupido hermano menor.
