✨Ran✨
Rindou y yo habíamos decidido dejar a Chinatsu, no era justo que la hiciéramos esperarnos tres años hasta salir de aquí.
Volvimos a actuar como los imbeciles que éramos y ella solo lloraba en la mesa de la sala de visitas, en especial yo, había sido cruel, pero no quería que estuviera esperándonos y perdiéndose de tanto, se merece tener una vida y no esperar a que sus estúpidos ex-novios regresaran, ex-novios ni si quieras tuvimos la oportunidad de pedírselo como se debe.
Pero ella se merecía a alguien mejor que Rindou y yo, alguien quien pudiera abrazarla, consolarla y estar con ella en sus peores y mejores días.
Nos visitó las dos primeras semanas pero no salíamos a verla, en su lugar llegaron cartas donde nos contaba lo que había hecho y como se sentía, pero a los cuatro meses dejaron de llegar. Extrañaba leer de ella.
Supongo que por fin tiene a alguien más, mis instintos y celos me pedían a gritos que apneas saliera de aquí fuera a buscarlo para mandarlo al hospital.
Pero yo fui quien la orilló a eso, nada de lo que hice y dije va a cambiar solo porque yo lo quiera.
Hoy era el día que Izana nos visitaba y nos ponía al día con lo que sucedía en el exterior, ya había pasado un año y siete meses desde que Rindou y yo matamos a ese sujeto.
-Hay algo más.
-¿Qué es?- A mi hermano todo le parecía aburrido, aunque no hay muchas cosas que hacer en una correccional.
-Ayer vi a Nat en el parque- Rindou pareció recuperar el brillo de sus ojos cuando escuchó su nombre.
-¿Cómo está ella?- Ambos queríamos respuestas pero yo lo ocultaba mejor que Rin.
-Sale con alguien- sentí una punzada en el pecho, ya lo suponía yo -Y tiene un hijo o hija. Llevaba una carreola y él la besaba. Además hace meses la vi saliendo de una farmacia y estaba muy rara.
Una risa sarcástica salió de mi boca.
-Por primera vez nos hizo caso en algo.
Es madre, nunca lo imaginé, creo que Chinatsu se apresuró a formar una familia, pero no puedo culparla, era justo lo que yo quería que hiciera, que continuara con su vida y asía fue. Aunque eso no hace las cosas menos dolorosas para mi.
✨RINDOU ✨
Hoy salíamos de este maldito lugar y por fin regresaríamos a nuestra antigua vida, al menos en su mayoría
-Iré a verla apenas salga de aquí- Ran se estaba acomodando su camisa -Puedes ir conmigo si quieres.
-¿Qué se supone que harás Rindou?- desde que se había enterado que tuvo un hijo y estaba con alguien más ya no podía escuchar de ella sin irritarse -Ya formó su familia, tenemos que dejarla ir ¿Qué pensará su esposo o su hijo cuando vean a dos extraños en la puerta de su casa?
-Voy a verla a ella, no al cabrón de su esposo ni su bastardo.
-No sea imbécil Rindou, ella no los dejará por seguirnos.
-¡Yo no quería dejarla, Ran! y lo hice porque dijiste que era lo mejor... la quiero de vuelta.
-Haz lo que quieras Rindou, pero no quiero que vengas a llorar cuando ella escoja a su familia sobre ti.
El muy hijo de puta ya ni si quiera puede pronunciar su nombre desde que nos enteramos que ya estaba con alguien más.
De todas formas Ran terminó acompañándome a su casa o al menos a donde vivía cuando la conocimos. Ran tocó la puerta un par de veces y no tardó mucho en que Chifuyu abriera la puerta.
Aún llevaba el mismo corte, solo que con su color natural de cabello.
-No queremos incomodar, solo quiero saber cómo está ella.
Chifuyu se rascaba la ceja y se le miraba extraño.
-¿Podrías darnos su dirección?- Ran quería verla tanto como yo.
-Verán...
-No le haremos nada, lo prometo.
-No es eso Rindou, ella se fue a vivir a Corea del Sur hace siete meses... y además no le hará bien verlos, ya le jodieron la vida una vez, déjenla en paz, Nat no los necesita.
-Chifuyu, no queríamos dejarla.
-Querer y hacer son cosas distintas Ran, mi hermana siguió con su vida, ustedes deberían hacer lo mismo.
En definitiva había seguido su camino sin nosotros. Ran y yo le agradecimos y nos fuimos de ahí, era tiempo que nosotros también siguiéramos con nuestra vida.
Nat logró salir de nuestra relación e iniciar una nueva, no es justo para ella que lleguemos a interrumpir su paz, esperando que nos reciba con los brazos abiertos.
Ran y yo fuimos a una tienda de trajes a recoger unos pedidos que habíamos hecho semanas atrás.
Mi hermano estaba viendo algo en su teléfono sentado en uno de los sofás de piel. Yo estaba esperando de pie, sabía que no tardaríamos demasiado aquí.
-¡Disculpe!- la voz de un mocoso hizo que volteara hacia abajo, encontrándome con un pequeño de no más de seis años -Se le cayó esto- me dio una de mis tarjetas de presentación que probablemente se me cayó cuando saqué el tiket de compra.
-Gracias- No sabía cómo tratar con niños, el solo asintió y salió corriendo directo a la mujer que estaba en la entrada. El niño le decía algo y la madre se agachó para estar a su altura.
Era ella.
Nat estaba a unos metros de mi, llevaba su cabello más largo y bien arreglado, el estilo de ropa que usaba también había cambiado.
No me importaría ser padrastro de su mocoso si ella me lo permite.
-¡Ran!- Llamé a mi hermano quien, no se había despegado de su celular. No podía apartar mi vista de Nat, sentía que si lo hacía la perdería para siempre.
-¿Qué sucede Rindou?- Nat se puso de pie y tomó la mano del niño para salir de la tienda.
-Es Nat.
-Ya estás viendo cosas de nuevo- Si me quedaba aquí parado la perdería de nuevo, salí corriendo de la tienda y pude ver como entraban a una juguetería, fui tras ella.
Entré a la tienda pero no lograba verla, ese lugar era enorme. Ran no tardó mucho en alcanzarme.
-¡Rin deja de actuar como un loco!- ella dio vuelta por el pasillo quedando frente a frente con nosotros, pero aún no notaba nuestra presencia por estar atenta al niño que le señalaba cada juguete -¡Chinatsu!
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Entre Sangre y Romance
Roman d'amourChinatsu era la hermana mayor de Chifuyu y un miembro más de la ToMan siendo la única mujer entre las filas de la pandilla. Un día los hermanos Haitani son transferidos a su escuela y empieza una extraña interacción con ellos dentro y fuera de la p...