Dormir con mamá había sido una pesadilla completa. No paro de hablar en toda la noche y cuando al fin durmió, se puso a roncar tan alto, que hasta él bebé pateo con fuerzas mi estómago para que mamá se callara.
Me desperté antes del alba del sol.
Fui a la cocina y me preparé un té y una tostada con mantequilla.
Saqué los viejos álbumes de foto del estante donde mamá los tenía, y me puse a ojearlos.
Había fotos mías de cuando apenas era un bebé. Había varias en las que salía con mamá y otras con la abuela.
Antes solía preguntarle a mamá donde estaba mi papá, a lo que ella siempre respondía que se había ido lejos. Luego de los seis años ya no me moleste en preguntar ni incluso mencionarlo, hasta que cumplí los diecisiete. En un arranque de ira que tenía con mamá, le grité y le dije que era una estúpida por haberse embarazado de un hombre que no se haría cargo. Mamá no me pego, nunca lo hizo, sino que se echó a llorar. Me arrepentí tanto de haberle dicho eso, que me juré nunca más volver a criticar a mamá, ni hacerla sentir mal por cómo era.
Escucho que una puerta se abre. Levanto la vista del álbum y me encuentro con Matías.
-Buenos días-
Me gusta el aspecto de Matías en las mañanas. Tiene el pelo de puntas y los ojos adormitados.
-Buenos días Matías, ¿No puedes dormir más?-
-Es como si tuviera un chip programado. Siempre me levanto a la hora en que debo comenzar alistarme para ir al trabajo-
-Me pasa lo mismo. Aunque ahora embarazada pierdo la noción del tiempo-
Matías se queda de pie debatiendo si sentarse o regresar al cuarto
-¿Quieres ver fotos mías de bebé?" Matías lo toma como una invitación para sentarse a mi lado.
-Siempre tuviste estos rizos- dice señalando una foto de cuando cumplí cinco.
-Sí, son naturales. Y nunca he teñido mi cabello-
Ver fotos mías de bebé, me hace pensar en él bebé que crece dentro de mí. A quien se parecerá más, ¿A Matías o a mí?
-Quiero que este bebé tenga tus ojos- le digo a Matías sin pensarlo -me encanta el color de tus ojos- noto que Matías me mira, pero yo no levanto la mirada del álbum -y quiero que sea como tú. Que tenga tu paciencia, tu amabilidad y tu humildad-
-Tú también eres paciente, amable y humilde-
-No me engañes Matías- le digo riendo -yo soy orgullosa, altanera e impaciente. Nadie querrá a un bebé como yo-
-Es porque no te ves con los ojos de los demás. Los ojos ajenos siempre tienden a juzgar mal-
Sonrió, y luego digo.
-Y también quiero que vea siempre el lado bueno de las personas, tal como tú-
Esta vez sí levanto la vista, y lo veo a esos ojos azul oscuro que tanto me encantan. Él no aparta la mirada y ambos nos vemos directo a los ojos que luego bajan a los labios de cada uno.
He anhelado tanto sus besos, de los que me prometí nunca más obtener. Pero la tentación esta tan cerca, que es imposible no aprovecharla.
Matías decide por mi está vez, y me da su noventa por ciento, y yo, voluntariamente, le doy el diez por ciento restante.
Al sentir sus labios de nuevo, mi cuerpo entero reacciona. Llevo mis manos a sus hombros para atraerlo más a mí. Sus besos hacen un sonido al chocar con los míos que me hace besarlo más rápido, quitando todo el aire de su boca.
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El verde de tus ojos
RomanceJosie Lisboa nunca se imagino que su vida daría un giro de trecientos sesenta grados, la noche en la que decidió pasarse de copas con sus amigas. Al día siguiente, despierta completamente desnuda en los brazos de un desconocido. Josie deja atrás ese...