Capitulo 18

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Cuando me levanto a la mañana siguiente, estoy entre los brazos de Matías, que me abrazan. Siento el calor de su cuerpo tan satisfactorio, que me pego más a él. Matías, aún dormido me atrae a él.

El cuarto está muy iluminado para que aún sea de noche. Y siento que ya he dormido lo suficiente.

Elevó mi cabeza para poder ver la hora en el reloj.

-¡Matías!-

Matías se levanta alarmado y me mira preocupado.

-¡Ya son las siete y media! Vas tarde al trabajo- sabía que a Matías le gustaba ser puntual.

Se levanta de la cama y va directo al baño.

Escucho los ladridos mañaneros de Omega, a quien olvidamos por completo anoche.

Me pongo la camiseta que vestía ayer, y voy al armario de Matías a buscar ropa.

Elijo una camisa gris y unos pantalones azul marino, junto a una corbata del mismo color del pantalón.

Él sale del baño aun goteando agua de su cabello.

-Toma- le entrego la ropa.

-Gracias-

Saca unos calzoncillos del ropero, se los pone rápidamente y luego se pone el pantalón y la camisa.

Le ayudó a ponerse la corbata mientras el acomoda su cabello mojado.

-Listo- le hago saber.

-Gracias Josie. Siento no poder hacer el desayuno ahora-

-Está bien. Vete ya-

Él me besa. En los labios. No sé si lo hizo por impulso, o si de verdad lo hizo de manera voluntaria.

Lo escuchó tomar las llaves de su auto y luego salir del apartamento.

Me dejó caer en la cama aun recordando los sucesos de anoche.

Mi estómago ruge estruendosamente, recordándome que mi habitante interno tiene mucha hambre.

Llegó a la floristería cerca de las diez y media.

Luego de desayunar sentí un poco de sueño y puse una alarma para levárteme a las ocho y medio, pero termine levantándome a las diez.

-Lo siento por llegar tarde- le digo a Emily que esta tras la caja registradora.

-No te preocupes linda. No ha venido ningún cliente hasta ahora-

La tienda se mantiene tranquila durante la mañana. Emily me habla un poco de sus años de universidad y luego de cuando se casó.

Por un momento me distraigo y pienso en algo que me ha tenido preocupada luego de mi charla matutina con el bebé.

-Emily, ¿puedo hacerte una pregunta? Por pura curiosidad- digo pretendiendo no darle importancia.

-Claro. Dime Josie-

-El...- río nerviosa -¿el sexo es malo durante el embarazo?

Emily se hecha a reír a carcajadas. Me contagió de su risa y me pongo a reír también.

-No linda, al contrario ayuda al bebé a nacer, ya que expandes tu zona pélvica-

-Ya veo, gracias-

Espero que no siga con el tema, pero por algo mamá y Emily fueron amigas en la escuela.

-¿Qué? ¿Tú y Matías lo hicieron?- pregunta sin titubear.

El verde de tus ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora