Cuando me levanto a la mañana siguiente, estoy entre los brazos de Matías, que me abrazan. Siento el calor de su cuerpo tan satisfactorio, que me pego más a él. Matías, aún dormido me atrae a él.
El cuarto está muy iluminado para que aún sea de noche. Y siento que ya he dormido lo suficiente.
Elevó mi cabeza para poder ver la hora en el reloj.
-¡Matías!-
Matías se levanta alarmado y me mira preocupado.
-¡Ya son las siete y media! Vas tarde al trabajo- sabía que a Matías le gustaba ser puntual.
Se levanta de la cama y va directo al baño.
Escucho los ladridos mañaneros de Omega, a quien olvidamos por completo anoche.
Me pongo la camiseta que vestía ayer, y voy al armario de Matías a buscar ropa.
Elijo una camisa gris y unos pantalones azul marino, junto a una corbata del mismo color del pantalón.
Él sale del baño aun goteando agua de su cabello.
-Toma- le entrego la ropa.
-Gracias-
Saca unos calzoncillos del ropero, se los pone rápidamente y luego se pone el pantalón y la camisa.
Le ayudó a ponerse la corbata mientras el acomoda su cabello mojado.
-Listo- le hago saber.
-Gracias Josie. Siento no poder hacer el desayuno ahora-
-Está bien. Vete ya-
Él me besa. En los labios. No sé si lo hizo por impulso, o si de verdad lo hizo de manera voluntaria.
Lo escuchó tomar las llaves de su auto y luego salir del apartamento.
Me dejó caer en la cama aun recordando los sucesos de anoche.
Mi estómago ruge estruendosamente, recordándome que mi habitante interno tiene mucha hambre.
Llegó a la floristería cerca de las diez y media.
Luego de desayunar sentí un poco de sueño y puse una alarma para levárteme a las ocho y medio, pero termine levantándome a las diez.
-Lo siento por llegar tarde- le digo a Emily que esta tras la caja registradora.
-No te preocupes linda. No ha venido ningún cliente hasta ahora-
La tienda se mantiene tranquila durante la mañana. Emily me habla un poco de sus años de universidad y luego de cuando se casó.
Por un momento me distraigo y pienso en algo que me ha tenido preocupada luego de mi charla matutina con el bebé.
-Emily, ¿puedo hacerte una pregunta? Por pura curiosidad- digo pretendiendo no darle importancia.
-Claro. Dime Josie-
-El...- río nerviosa -¿el sexo es malo durante el embarazo?
Emily se hecha a reír a carcajadas. Me contagió de su risa y me pongo a reír también.
-No linda, al contrario ayuda al bebé a nacer, ya que expandes tu zona pélvica-
-Ya veo, gracias-
Espero que no siga con el tema, pero por algo mamá y Emily fueron amigas en la escuela.
-¿Qué? ¿Tú y Matías lo hicieron?- pregunta sin titubear.
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El verde de tus ojos
RomanceJosie Lisboa nunca se imagino que su vida daría un giro de trecientos sesenta grados, la noche en la que decidió pasarse de copas con sus amigas. Al día siguiente, despierta completamente desnuda en los brazos de un desconocido. Josie deja atrás ese...