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Narra Jimin

Desde que me encerré en la habitación me desconecte de todo apague mi celular incluyendo el teléfono de la habitación lo desconecté. No quiero saber de nadie.

Para un niño debe ser muy difícil crecer sin alguno de los padres. Por parte pierden una figura y el cariño que este le brinda. Pero en este caso no dudo que Ninah no le haya dado el suficiente
amor, cariño y cuidado a Jin-Young.

Por la forma en que ella le hablabo ese día en que la escuché en la habitación, pude darme cuenta de que es una madre ejemplar y por eso estoy muy agradecido con ella, ha cuidado lo suficientemente bien a nuestro hijo y ha podido sacarlo adelante sin mi ayuda.

Por el momento lo único que haría es darle un tiempo a Ninah para que piense bien las cosas, sé que ese día sus respuestas fueron muy aceleradas y no le dio tiempo de analizarlas de una buena forma. Sé que ella me dará una oportunidad para poder conocer a Jin-Young   Por ahora es lo único que necesito es conocer a mi hijo y formar un vínculo con el es lo único que me brindaría felicidad.

Con pesadez en mis pies llego a la cocina, abro la nevera para ver que comería el día de hoy y lo único que queda es una caja de leche, suspiré pesadamente, ya que que la debía salir al supermercado.

Destape la leche sin vertirla en un vaso como debiese, la llevo directo a mi boca, doy uno que otro trago y la puse nuevamente donde estaba.

Escucho un unos golpes desesperados en la puerta y me acerco a ver de quien se trata. Por el ojo de la puerta observo que es Namjoon. Por lo cual suspiro.

—¿Quieres calmarte? — exclamo cuando abro la puerta y lo vi parado frente a mí.

—Hasta que al fin te dignas a abrirme la maldita puerta— entró a la habitación y se sentó en el sillón.

—Adelante— dije sarcástico luego de cerrar la puerta.

—Sí, si deja tu ironía para más tarde, ahora dime que te está pasando— hablaba con rapidez.

—Necesito estar solo — caminé nuevamente hacia la cocina —así que agradece que te abrí la puerta.

—¿Me creerás lo que te voy a contar?

—Depende.

—Bueno, si me crees o no, ese será tu problema, yo cumplí con decírtelo.

—¿De qué estás hablando? — pregunte mientras retiro la cafetera de la máquina para después servirlo en una taza.

—Anoche conocí a tu hijo, el está en el hospital.

—¡Mierda!— grité cuando el café cayó en una de mis manos al escuchar las palabras de Namjoon.

—Jimin ¿Estás bien? — dio unos pasos rápidos hasta mí.

—Sí, si estoy bien— pongo mi mano en el grifo del lavaplatos para dejar correr el agua fría sobre ella.

—Ten más cuidado.

—Lo...lo que acabas de decir ¿Es eso cierto?— volteé a verlo.

—Ya te dije Jimin ¿Por qué mentiría con un tema tan delicado para ti?—dice sacando el kit de primeros auxilios.

—¿Qué tiene? ¿Está bien?— pregunto preocupado.

—No lo sé aún, ayer terminó mi turno y quedó otro médico a cargo de él.

—¿Te fuiste así sin más? Tú debías estar a cargo de el Namjoon, es mi hijo— exclamó molesto.

—Y lo iba a hacer, pero aun así confíe en que estaría en las buenas manos de Suho.

Amor o ContratoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora