Capítulo 24

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Narra Junta:

Últimamente Takato san ha estado muy cambiante por así decirlo.

-Takato san no te preocupes siempre eres hermoso - dije besando sus dedos - Eres la madre de mi cachorro

-Me estás diciendo perra? - preguntó dolido.

-No Takato san solo intentaba ser cariñoso-

-Que cariñoso ni que nada! - dijo molesto con algo de lágrimas en sus ojos - Hoy duermes en el mueble!

Anunció eso e inmediatamente me sacó del cuarto. Yo afuera de la habitación con una almohada listo para ir al mueble.

Sé que él últimamente está muy cambiante ya que tiene seis meses de embarazo ni si quiera puede comer pero aún así eso no es excusa para que me bote al mueble y no me deje apoyarlo. Me eché en el sillón.

Takato san no come casi nada y tiene algunos ataques de nervios me hace sentir horrible, no me gusta verlo así de mal ¿Qué podría hacer yo? Solo queda leer ese libro y cuidarlo bien.

Un día él está feliz y al siguiente me quiere matar.

Que tal si lo saco un rato a pasear la mayoría del tiempo se la pasa encerrado en casa por lo que una salida no estaría nada mal.

A donde podríamos ir?

Un parque grande o una salidita al centro comercial.

No pude pensar más porque la almohada que era muy cómoda hizo que me durmiera en instantes.

Narra la narradora.

Un pelinegro intentaba despertar a su pareja con leves golpecitos.

Junta al sentir esos golpecitos frotó sus ojos y se levantó con algo de sueño.

-Takato san? - preguntó somnoliento - Buenos días.

-Buenos días Chunta - dijo él.

-Estás bien Takato san? - estaba algo inquieto por la respuesta a su pregunta ya que Takato se mostraba un poco diferente.

Normalmente se enojaría por tomarse sus cambios de humor tan a pecho para irse al mueble a dormir, pero Takato se mostraba algo serio en esta ocasión.

-Si estoy bien solo ... - tragó saliva - Me siento algo mal por ti he estado algo cambiante estos días.

-No te preocupes Takato san - lo abrazó suavemente - Sé que ha de ser muy difícil pasar por todo esto.

El azabache correspondió al abrazo y se ocultó en su pecho.

-Sabes Chunta - dijo - Me da algo de pena que nuestro bebé no se mueva mucho.

-Tranquilo Takato san si el bebé no se mueve es para no hacerte daño - se dirigió a su vientre - ¿Cierto bebé?

-E-eso hace un poco de cosquillas.

-Esto? - frotó un poco su vientre suavemente a lo que el pelinegro rio un poco - Takato san tus pechos están algo...

-Si lo sé - refunfuñó - Están algo inflamados por la leche.

-Takato san le va a dar de comer a nuestro cachorro? - preguntó sacando sus alitas de ángel.

-Si.

-Y esa leche será para mí también?

-Jaja no.

-Pero - dijo triste - No se vale Takato san yo te cuido muy bien tanto a ti como a nuestro bebé merezco algo a cambio.

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