PINTURAS ROJAS

Capítulo 31

Pov's ARTE SEVEN VOLTAIRE

Observaba mi cuerpo en frente al espejo del baño de la plata superior. No sentía nada extraño que hayan dicho las mujeres de las películas que haya visto cuando tiene relaciones. 

Todo era un engaño. 

O la opción menos probable, es que lo haya hecho mal, de alguna forma. Como he dicho es la opción menos probable, nunca hago nada mal.

Mi gato entró en el mismo habitáculo que yo, haciendo el mismo ruido de todas las mañanas. Intenta comunicarse de una forma no verbal, quiere comer, todos los días sobre la misma hora miaña para que le sirvan su comida. No dejará de hacerlo hasta que coma.

Realmente molesto.

Bajé las escaleras de manera pasaba, con el animal en mi brazos mientras se restregaba contra mi pecho. La casa estaba silenciosa, puesto a que todos los demás ocupantes de la casa han tenido que salir ha hacer un par de cosas.

No le presté atención a Andy cuando me comentó lo que harían, sinceramente, me daba igual. 

La noche de ayer, fue algo que no podría explicar, pues nada más terminar, salí de la habitación hasta la mía; pasó lo que tenía que pasar y por ende no vi más motivo para quedarme allí. 

Bach me tiene que devolver la ropa que me dejé en su habitación. Según comentó la chica rubia de la tercera película que analicé, él debería dejarme su ropa a mí, sin embargo no lo hizo. Eso me confundió.

Creo que debería vérmelas otra vez, quizás se me pasó algo.

Por el momento pasaré el día tranquila y luego daré otra vuelta por el barrio a ver si consigo algunas prendas más de ropa. 

Serví el atún en uno de los platos que se encontraba guardado en el armario encima del fregadero. Coloqué el cubierto en la encimera, al lado de dónde estaba el pequeño animal. Nada más dejar el plato se lanzó a él como si su vida dependiera de ello. 

Bach se va a enfadar por darle de comer la comida que deberíamos comer nosotros, pero no hay nada más que esto. 

Apoyé mis brazos en la encimara, apoyando mi cabeza en ellos, observando como mi animal se alimentaba. Era fascinante analizar al animal, cómo confía en la primera persona que le muestra algo de alimento. 

Pasa lo mismo con las personas. 

Paseé por el resto de la casa, no de forma muy rápida, ya que sí es cierto que sentía molestias en mi zona baja. No dolía como cuando tenía la menstruación, aunque sí me molestaba a la hora de sentarme. 

Por lo que he escuchado en clase, tanto por las alumnas como las clases sexuales, es normal, por ende es que no le doy importancia.

Me detuve en mitad del salón, ya que algo se encontraba fuera de lugar en él, había un teléfono móvil en mitad de la mesa que se encontraba en frente al sofá. Al lado de este había un pequeña nota en la que ponía.

"Ya hice lo que me pediste, el código del teléfono en 0302, tienes todas la aplicaciones ordenadas, si no entiendes algo, he dejado aparte del número de él, el mío, así que mándame un mensaje cuando lo necesites. No vemos cuando vuelva a casa".

Una persona muy efectiva, me gusta.

Agarré el aparato en mi mano y tras colocar el código, aparecieron ante mí todas las aplicaciones de la que tanto he oído hablar. Entré en cada una de ellas y vi que todo estaba en orden, y sí, Andy había hecho el perfil con el nombre falso que le había pedido y había conseguido hacer pasar una cuenta falsa por una que podría ser totalmente real.