No entendía nada de lo que había pasado a penas unas horas. Mis piernas estaban agotadas de tanto correr, en busca de algo de verdad a lo que mi sistema auditivo había recopilado.
Apenas he puesto un pie dentro del local, cuando vi a unos pocos trabajadores sentados en un corrillo, sin decir nada.
Decidí entrar sin hacer ruido, pues Artis tiene que estar a punto de llegar.
Las puertas de los pasillos estaban totalmente abiertas, menos una; en la cual Lennon dormía. Entré a mi habitación, pero no se encontraba vacía sino que el peliblanco se encontraba ahí observando el libro de las emociones de Arte; que estaba guardada entre la almohada de mi cama. Lo miraba con especial interés hasta que se lo arrebaté.
Fijo su mirada en mí y yo en la suya. Sé perfectamente que él conoce los acontecimientos de anoche en este lugar.
— Vigilabas a Lennon, ¿verdad?
— No sé de lo que me hablas, Aspen.- se hace el estúpido y eso simplemente me enfadaba. No dije nada, esperando así que continuara su charla estúpida en otro momento.— Desde que llegó, ¿por qué?
— Necesito que me digas todo lo que sepas acerca de ella, es algo urgente.
— Es muy sencillo, sabes lo que quiero para yo soltar todo lo que tú necesitas. ¿Por qué recurres a mí en vez de hacer la investigación por ti mismo? ¿Acaso esa niña ha hecho algo fuera de lo normal?
— Ella ha sido la que ha matado al hombre de ahí abajo.- si le cuento todo lo que sé acerca de ella sé que no me ayudará, es demasiado egoísta como para dejar pasar una persona que aparentemente nos ha engañado a todos. Me agarraré a cualquier pista para asegurarme de que ella esté viva. Escuché su risa desagradable que me pone en guardia.
— ¿Estás bromeando?- su mirada había perdido totalmente la cordura, como si lo que le acabo de contar no cogiera en su cabeza. Intentaba analizar si era verdad o mentira, a través de mi mirada.
Salí de la habitación, dirigiéndome a la de Lennon, seguido por Artis que no me ha creído del todo. ¿Quién lo haría? Hasta yo dudo de mis propios recuerdos. Quizás ahí dentro se encontraba alguna pista de su paradero.
Todas sus pertenencias se encontraban en su lugar, menos la cama, que estaba deshecha. Abrí el armario,por curiosidad, en el que no había nada relevante además de prendas de ropa.
Artis de nuevo empezó a reírse.
Me giré y estaba agachado mirando debajo de la cama. Se levantó y quitó todo de encima de la cama tirándolo de manera despreocupada. Agarró el colchón arrojándolo al igual que todo a un lado. Entre el colchón y el esqueleto de la cama se encontraba un cuerpo de una mujer, estaba totalmente inmóvil. Por la ropa sabíamos ambos que era una agente de policía.
Artis le dio la vuelta observando con admiración el cuerpo totalmente perfecto a excepción de su cuello. Estaba totalmente marcado por algo de metal. La expresión de horror que marcaba su rostro relata que estaba consciente en el momento en el que la estrangularon. Posiblemente con sus propias esposas, las cuales no se encuentran en su lugar.
— Escondite medio original. Herida mortal. Buena presentación del acto del crimen; no hay ningún indicio de que haya ocurrido nada. Sustracción de cualquier arma y utensilio de llamamiento o localización. Estado de la víctima totalmente impecable. Identificación del sujeto...- rebuscaba en el cadáver.— ¡Nada! Fascinante. Me empieza a caer mejor esa niña.
— Cualquiera diría que estás orgulloso.
— Sorprendido.- me corrigió.— No te confundas. Me apetece hacerle un par de preguntas al pequeño cervatillo.- agarré la única mochila que se encontraba a los pies de la cama sacando de ella unas pelucas de diferentes cabellos al igual que diferentes tonos. Encima del mueble se encontraba la cabeza de un maniquí; coloqué una de las pelucas dejando que Artis la viera.
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PINTURAS ROJAS
Mystery / ThrillerFui la niña más feliz, hasta que me di cuenta de que toda mi infancia era una mentira. Mamá finge ser feliz, pero hay algo que no quiere confesar y eso... No me importa. Siempre he estado en mi mundo, me han dado igual los estudios e incluso mi futu...