El día de ayer fue uno de los más extraños de mi vida. No quiero recordar nada de lo que vi. Tengo que hablar con mi jefa; necesito pedirle unos días libres para ir a casa de Arte, en Texas.
Unos pequeños golpes se escucharon en la puerta. Lennon apareció con una sudadera y unas mallas ajustadas a sus piernas.
— ¿Podemos hablar un momento?- me senté en la cama, ofreciéndole que se sentara.— Gracias.- se sentó tímidamente, sus ojos recorrieron mi torso desnudo y en seguida sacó la vista de mí.— Solo quería agradecerte lo que hiciste ayer por mí.
— No hay de que, Lennon. No tuviste la culpa de que te hayan asignado ese día para el trabajo. Estuviste realmente en peligro.- colocó un mechón detrás de su oreja, sus mejillas estaban sutilmente encendidas.— ¿Te encuentras bien?- pareció tensarse.
— Sí, estoy bien, solo algo...- bajó su voz sutilmente, eso me da a entender que está mintiendo, ocultando algo.— aturdida.
— ¿Quieres que llame a tu casa?- colocó su mano en mi pecho, su expresión era de miedo, no dejaba de negar con la cabeza.
— ¡No!- su pechó subía sutilmente, se ha puesto nerviosa ante mi proposición.— Por favor, ellos no saben que estoy aquí. Me he...- soltó el aire intentando así calmarse.— Me he ido de casa, ellos me han fallado de una manera muy egoísta.
— Yo si lo entendería...- abrió sus ojos.— ¿Quieres contármelo?- Sí, Lennon, cuéntamelo, por favor. Pareció meditarlo en su cabeza. ¡Vamos! Confía en mí, será más fácil esto si lo haces.
— En mi familia éramos cuatro personas, mis padre, mi hermana pequeña y yo. Mi padre nos maltrataba a mi madre y a mí. Me encerraba en mi cuarto y podía estar sin salir muchos días. Me encontraron un día desmayada, estaba totalmente deshidratada, me ingresaron en un psiquiátrico, porque pensaban que yo tenía problemas con la comida, que sufría de bulimia o algo parecido, no era verdad; todos le creyeron a él, estuve encerrada mucho tiempo en un 'hospital' de Texas, dónde se encontraba uno de los mejores psiquiatras que podría 'curarme', a pesar de estar lejos de mi familia, me gustaba, porque mi padre no estaba cerca de mí para dañarme. Cuando salí tenía una hermanita de pocas semanas de vida; mi padre estaba feliz con ella, no parecía la misma persona de hacía un año. Pensaba que podríamos ser una familia normal, como cualquier otra, le perdoné todo lo que me hizo: lo hice, lo juro.
— Los maltratadores no cambian.- lo sé por experiencia, Lennon.
— Lo sé.- su sonrisa era triste, volvió a tomar aire.— Créeme, lo sé. Lo que me llevó a irme fue el día en el que mi hermana dormía, me levanté para ir a beber agua y los encontré teniendo una discusión, en la que ese hombre agarró del cuello a mi madre.- se le cortó la voz, pero en seguida se recompuso para continuar.— Ella le echó en cara lo de su hijo 'secreto', es más no solo había tenido un hijo con otra familia, sino que nosotros éramos la 'otra familia'. Esa misma noche metí en dos mochilas todas mis pertenencias, las pocas que tenía y me escapé por la ventana.- tapó su cara.— No los necesito, Ash. No quiero volver a esa mierda.
***
Le he pedido a mi jefa unos días libres para poder ir a Texas a 'visitar' a unos familiares. Aceptó con la condición de no faltar los viernes, que es mi día de descanso, durante un mes entero.
La barra estaba ocupada de nuevo por el rubio platino de Artis, sus ojos estaban puestos en su vaso, incluso las mujeres que se le acercaban acababan siendo ignoradas por él. No sé el porqué llama tanto la atención entre la gente; desde veinte millas se le ve que no es una persona cuerda.
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PINTURAS ROJAS
Gizem / GerilimFui la niña más feliz, hasta que me di cuenta de que toda mi infancia era una mentira. Mamá finge ser feliz, pero hay algo que no quiere confesar y eso... No me importa. Siempre he estado en mi mundo, me han dado igual los estudios e incluso mi futu...