PINTURAS ROJAS

Capítulo 23

La situación en la habitación era tensa, no debería haber dicho eso en estos momentos podría haberlo usado en otro momento en el cual podía haberme aprovechado. Otro ejemplo más de lo imprudente que es esta mujer. 

Mi garganta dolía y pude notar rabia en su mirada, a pesar de que en estos momentos se encuentre en blanco totalmente. Bach a su lado de igual forma me miraba con las cejas fruncidas, muestra de que está confundido por la situación en la que se encuentra. 

Yo ya conocía este dato, pues investigué que ella tuvo una relación con mi padre y por ello intenté contactar con ella y que me explicara el qué de su relación, la cual fue solamente física consentida por ambas partes, trayendo de ese modo el hijo de Lorraine. Confirmó que mi padre había renegado de Artis al igual que este hacia él por un conflicto que tuvieron ambos; pues Artis ya había presentado la psicopatía a temprana edad y lo manifestaba a través del odio que tenía hacia la pareja de mi padre. Terminó matándola, convirtiéndola en su primera víctima mortal de su vida. 

Por el contrario provocó la ira de mi padre hacia él. Desde ese momento su relación fue nula y casi tensa, a pesar de que seguía tratándolo como su hijo ya no era lo mismo. He de suponer que mi padre incentivó a que lo metieran en la cárcel de manera anónima.

Artis se agachó a mi altura y examinó mis ojos con detenimiento. Se estremeció y agarró mi brazo, bajo la mirada de su madre. Trata de comprobar si lo que dice su madre es verídico, cosa que sí.  

Tiró de mi brazo contra él. La madre detuvo a Bach. Me arrastró hacia el baño y cerró la puerta con llave. Vi a mi alrededor, en dónde se encontraba un montón de objetos punzantes que podría emplear contra él, en el caso de que intente atentar contra mi vida de nuevo. 

No parece que tenga los mismo impulsos que antes, se le ve más sosegado en su lugar, cosa que me pone todavía más alerta. Escuchaba la conversación de Bach y Lorraine en la que trataba de explicarle con detenimiento la historia. 

Mi cara estaba contra la pared inmovilizada, intenté zafarme sin éxito alguno. Cada movimiento que yo tenía él hacía más prieto su agarre a mi brazo. No quiere matarme, de eso estoy segura, lo cual no hace lógico esto.

— Estate quieta.- su voz al lado del oído, no hizo ningún efecto en mí, si lo que pretendía era asustarme o acobardarme. 

Decidí hacerle caso, pues en estos momentos me encontraba en desventaja, tanto por la posición y la fuerza. El baño quedó en un silencio tenso; ya me había soltado pero seguí contra la pared, lo único que inundaba el lugar era mi respiración. Por mis piernas corría un hilo de sangre proveniente de mi costado, dónde se encontraba la herida que por lo que deduzco debió abrirse de nuevo. 

Con brusquedad buscaba algo por mi cuerpo, me desnudó de la parte de abajo y manoseó casa parte de mi piel. No puedo evitar preguntar el porqué de esta acción y que es lo que está buscando. 

Volteó mi cuerpo, quedando frente a él. Ignorando la sangre siguió buscando, levantando mis brazos. Quitó la camiseta de su madre y dejándola caer en el suelo. 

Las manchas de sangre no saldrán fácilmente, Lorraine se enfadará. Mis pies se sienten pegajosos en el suelo. 

Tocó mi pecho y sutilmente lo levantó. Su mirada se ensombreció. ¿Qué es lo que tengo? 

Analizó mi expresión y quitó tu camiseta de encima, la tiró a un lado sin cuidado:— Tienes esta misma marca.- mostró su costillar, en la parte superior, al lado de su pectorales tenía algo de un color marrón. Conforme me iba acercando pude ver las iniciales LSBV que ahora resultaban más visibles y enfocadas.— Lincoln- señaló la L.— Seven- pasó a la S y por último la B.— Belmont.- su expresión se había vuelto seria, conforme iba diciendo el nombre completo de mi padre e iba señalando cada letra. Sus siglas estaban en su piel.