(Esté entra al mundo del triste adiós de un ángel, seis meses después de los sucesos transcurridos en esa historia)
Nueve en punto de la noche.
Narra Aurora.
Cómo todas las noches, Mami sé encontraba arropandome para ir a dormir, junto con mí hermana Camila que era mayor que yo por cinco años. Nuestro padre también entró a dejarnos un beso de buenas noches en la frente para después irse, dejándonos dormir.
Pero al llegar las doce de la noche, cómo siempre me desperté de golpe al oír un extraño sonido en la cocina, cómo no quería despertar a mí hermana me levanté despacio de la cama, tome un peluche de un oso que tenía y abrí la puerta de la habitación vi por el pasillo estaba todo oscuro de puntitas empecé a salir de aquella habitación. Baje cuidando no despertar a mis padres y baje a la cocina. Cuando llegué ahí no vi a nadie, así que me di la vuelta, pero cuando lo hice, escuché unos pasos pesados y metalizados lentamente empecé acercarme a la sala que estaba del otro lado y entonces vi a unos gigantescos y monstruosos animatronicos, los cuales parecían estar buscando algo empecé a dar pasos hacia atrás, pero hice un pequeño ruido con él primer escalón de la escalera, lentamente vi cómo giraron sus cabezas y al verme empezaron a correr en mí dirección.
Reaccionando rápidamente empecé a correr escalones hacia arriba, y sin pensar bien fui a la habitación que compartía con mí hermana dónde agarré una linterna y empecé a alumbrar hacia los pasillos de ambas puertas ya que nuestra habitación tenía dos puertas una a la izquierda y otra a la derecha, es por salida de emergencia oh así dice papá. Al darme cuenta de que parecía seguro desperté a mi hermana.
Aurora: ¿Camila?, ¿Camila? - decía moviendo la.
Camila: ¿Hm... que sucede Aurora? - pregunto levantándose.
Aurora: regresaron Cami, los monstruos regresaron - a ella al decir esto se le quitó él sueño, porque la verdad no era la primera vez los veía así cómo tampoco los veía sola, mí hermana también ya los había visto.
Camila: ¿Dónde los vistes? - pregunto con miedo.
Aurora: los vi en... - empezamos a escuchar pasos, rápidamente Camila agarró otra linterna y se fue a la otra puerta mientras yo me dirigía a la otra.
Escuchamos atentamente, si no escuchábamos nada, debíamos encender las linternas por si esas cosas estaban cerca, asustarlas, pero si escuchábamos algo, aunque sea un respiro, debíamos cerrar las puertas sin encender la luz hasta que supiéramos que se fueron. Estuvimos escuchando muy atentas, pero nos descuidamos y cuando menos sentimos, de la cama surgió una de aquella cosas y otra entró de un empujón a la habitación y se nos tiraron encima, rápidamente nos pusimos a gritar cerrando los ojos con fuerza y cuando los abrimos nos vimos en la cama abrazadas, temblando de miedo, para tiempo después ver cómo de una patada la puerta de la izquierda era abierta bruscamente para ver entrar a mí papá con un arma en las manos apuntando a todos lados, mí mamá entró también corriendo para seguidamente abrazarnos, cuando papá sé aseguró de que todo era seguro bajo él arma y nos vío.
Camus: ¿Qué pasó?, ¿Porque gritaban? - pregunto molestó.
Milo: Camus tampoco les hables así - dijo mí mamá molesta y después dirigirse a nosotras - ¿Qué sucedió mis princesas? - pregunto cariñosamente.
Camila: eran monstruos... - dijo asustada mí hermana mayor. Escuchamos a papá suspirar con cansancio.
Camus: está claro que era una pesadilla niñas, los monstruos no existen ¿Si? - respondió serlo.
Milo: su papá tiene un poco de razón, no hay nada que temer, los monstruos no existen nenas ¿Si? - pregunto mientras acariciaba nuestros cabellos.
Niñas: si lo sentimos... - dijeron al unísono con un tono triste.
Camus: vengan vamos al cuarto, por hoy las vamos a dejar dormir con nosotros - dijo mientras las cargaba.
Aurora: ¿de verdad? - pregunto emocionada.
Camus: claro que sí mis princesas, pero vamos a dormir que mañana tengo que trabajar temprano y ustedes no van a pagarme las horas que me duerma - dijo mientras se iban pero Camila noto que la puerta de la derecha, la que siempre se mantenía cerrada, estaba semi abierta.
Camila: Yo se que esto no es una pesadilla - fue lo único que susurró mientras veía cómo su mamá cerraba la puerta de su habitación.
👻👻👻
Sinceramente esto no pinta bien.
By: Shun de Andrómeda 123
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Dolor Y Amor OneShots {Camus X Milo}
Fiksi PenggemarAmor, tragedia y tristeza... One Shots... También terror, tensión, cuentos y muchas cosas más. Posdata: historia sin nada de coherencia o siquiera sentido común, hecha con él único objetivo de entretener y desaburrir así que no esperes buen desarrol...