04

206 29 3
                                    

Si respirar se me hacia difícil, tener esos ojos sobre mi lo hacían aún mas, en especial cuando podía sentir como recorrían cada parte de mi cuerpo, y el muy idiota parecía darle cuenta, ya que me regaló una pequeña sonrisa antes de decir:

-Solo quería recordarle, que quiero ver a su padre el lunes, a menos que no quiera seguir entrando a mi clase.

Fue lo único que dijo antes de diríjase a su auto, con esa pose de modelo barato, aunque podía apostar  que con ese cuerpo a que trabaja en un centro nocturno para chicas.

Kate y Jose empezaron a hacer bromas en cuanto se fue, como si no se hubieran sentido cohibido cuando estaba junto a nosotros, para ellos era facil, cuando Ray tenía un día libre nunca lo pasaba conmigo, sino con Elena su actual novia en Aspen, y cuando se enterara que tenía que cambiar sus planes por mis tontas idioteces de querer llamar la atención como el decia,  si el cáncer no lo había hecho hasta ahora,  el sería capaz de matarme.

Cuando llegamos al departamento,  José se quedó un rato, lo común es que nos dejará y se marchara, así que supuse que sus padres estaban peleando de nuevo, la verdad no lo entendia, porque no se separaban como lo habían hecho los mios, porque seguir junto a una persona que te pone los cuernos cada que quiere.

José observaba por la venta, tal vez pensando lo mismo que yo. En conclusión los adultos apestaban. Kate salió de su habitación vistiendo solo un pequeño shorts y la parte de arriba de un bikini, si tuviera la misma figura de ella, a mi también in me encantaría lucirla, pero mi cuerpo es algo.....

Al final José se fue cuando Kate empezó a sacar las botellas de vino y tequila, ella tenía claro que yo no podía beber, pero sabía que lo hacía para animar a Jose, a Kate no le gustaba ver a nadien tristre, almenos no desde que pedo a su madre en un accidente automovilístico,  desde ese día se convirtió en una madre y hermana para su pequeño hermano, ya que su padre se centró solo en su trabajo.

Al estar solas, Kate se sentó en uno de los sillos, y prendió la tele soltando un suspiro. Sabía que la situación de José le afectaba más de lo que ella decia, incluso se había vuelto algo obsesiva con nosotros, cuando alguien llegaba a lastimarnos.

☞Porque tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora