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Christian al final nos dejó entrar, después de que Eamon prometió hacer un negoció con él. Sin embargo, hubiera sido mejor que no nos hubiera dejado entrar ya que usaba cualquier pretexto para pasarnos a resolver los ejercicios de matemáticas al pizarrón,  de los cuales no tenía ni idea.

Cada vez que me equivocaba, el se acercaba a mi y decía su fracesita que ya me tenía harta: "Ven lo que pasa cuando prefieren divertirse y no estudian como su compañera"

Cada vez que la decía todos se reian, y yo solo quería golpearlo donde más le doliera, cuando volvió a acercarse a mi para corregir el nuevo problema que me había obligado a responder diciendo de nuevo su fracesita ya no pude  soportarlo y sin pensarlo mucho lo bese.

El beso no sólo lo había dejado callado a el, si no a todos mis compañeros,  Christian se dirijo al escritorio tomó sus cosas y con sus manos libre tomó mi brazo y me saco casi arrastras del salon.

Christian me llevaba a la oficina del director. Aunque siempre me había resultado fácil manipular a mi antojo al director, sabía que esto no lo dejaría pasar ya que violaba el código de conducta de la escuela.

— Sí olvidas lo que pasó podemos divertirnos solo los dos.

Ni siquiera sabía porque le había dicho eso, y el ni siquiera dijo nada, al contrario aumento el paso, por suerte para mi su teléfono empezó a sonar haciendo que el se detuviera a contestar, pero aún seguía sosteniendome del brazo.

Cuando termino con la llamada en su rostro podía ver que estaba completamente enojado, me sujeto con más fuerza poniéndome enfrente de él. 

— Olvidaré todo si haces algo.

— Que - en este momento estaba dispuesta a hacer lo que fuera para evitar el director me expulsará unos días y llamara a Ray.

— Necesito que seas mi compañera en una fiesta de negocios.   

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