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Ana

Solo habían pasado algunos días y ya estaba harta, Christian no me dejaba salir a ningún lado, nisiquiera a la escuela hasta que estuviera completamente recuperada. Pero aprovecha cuando el se hiba a su empresa para revisar todo su departamento, si el pensaba que me portaria como una niña buena después de que prácticamente me obligó a vivir con él, estaba muy equivocado.

El día de hoy me sentía algo creativa después de la pequeña discusión con Christian. No sé cómo sus empleados lo aguantan pero si por mí fuera ya lo tendría amarrado, listo para aventarlo desde un barco y ver cómo poco a poco se hunde en el agua, muy al estilo de Jack en Titanic.

Sin pensarlo mucho fui corriendo a su habitación, tome una de sus camisas y uno de sus boxes, después de cambiarme con su ropa abrí todas las llaves de su departamento haciendo que el agua poco a poco fuera infundado todo, ya que el no me permitía salir a divertirme con mis amigos, al menos podría creer mi propia piscina para soportar el calor del verano.

Después de unos pocos minutos y con la agua cubriendo los pisos el timbre del ascensor se escuchó así que me prepare para  recibirlo con una sorpresa. Me pare justo en medio de la sala solo usando sus boxer y el brasier, espere unos minutos y empezar a cantar.

Dices que me amas
Pero mejor lárgate
Conozco todas tus tácticas
Pero nunca tendrás
A alguien como yo
En tu cama

No seré
Una más en tu lista
Puedo parecer ingenua
Pero no estúpida

Porque yo sé perfectamente
Lo que quiero
Lo que necesito
Y lo que deseo

Cuando abrí los ojos para ver su expresión no solo me encontré con su mirada, sino con la de Kate y la del director de la escuela. Los labios de Christian se curvaron en una sonrisa antes de dirigirse a si a donde estaba, puso su mano en mi hombro antes de decir:

-Tu amiga y el director estaban preocupados por ti, así que los invite a venir para que vieran que estás bien.

-Yo no.......

-Como ven ella ya está mejor, hace unos días que se mudó conmigo y ya se siente como en su casa y hasta con la libertad  de  usar mi ropa.

Kate se quedó callada, lo que era raro en ella ya que siempre tenía una opinión para todo, en cambio el director parecía tratar de evitar mirarme dirigiendo su vista a cualquier  lugar. Mientras que Christian seguía con su mano en mi hombro y con una sonrisa en su rostro que me hacía pensar que no le importaba lo que le había hecho a su departamento.

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