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Ray

Elena me había dado un ultimátum, Carla me pedía dinero para mí hija y Ana no dejaba de comportarse como una niña mimada y chiquiada. Siendo sincero estaba harto de todo, todas ellas presionando por  conseguir algo de mi dinero.

Estoy en mi despacho, esperando a mi abogado para ver si puedo encontrar alguna manera de no darle a Carla más dinero, por el momento a Ana yá no recibirá nada hasta que decida entrar en razón y hacerme caso y Elena, ella seguirá disponiendo de una tarjeta sin límite de crédito si no sigue insistiendo con la idea absurda de casarnos.

Cuando el abogado entra a mi oficina, mi celular empieza a sonar, el nombre de Carla aparece en la pantalla, estoy decidiendo si contestar o no, pero al final termino haciéndolo ya que si no lo hago es capaz de venir a mi empresa.

-Ahora que quieres.

-Como te atreves a contestarme de esta manera.

-Te contesto como a mí se me da la gana.

-Asi también le contestas a tu zorrita.

-Ya basta no estoy para tus idioteces, dime qué quieres o si no cuelgo.

-Solo te iba a informar que tu hija está muy grave en el hospital, así que ve a ver cómo está porque yo no puedo.

-Y tu crees que yo tengo tiempo para desperdiciarlo llendo a un hospital,   si pasa algo ya nos avisar, si eso es todo adiós.

El abogado me observa, pero no se atreve a decir nada, ya que si lo hace estará despedido y a él no le conviene eso con todo el dinero que le pago.





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