Capítulo 20

6.5K 386 24
                                    

Soy un tipo desgraciado. Ya no me entiendo. Mi vida es un infierno. Estoy tan confundido que ni siquiera puedo estar con otras personas sin mostrar mi malhumor. Y la única persona que puedo tolerar es la causante de que mi vida se haya vuelto una porquería. Paso tanto tiempo detrás de ella que comienzo a odiarla, pero después ella sonríe o me abraza y el odio se va. Gwendolyn se ha mostrado mucho más cariñosa conmigo desde el incidente en el restaurante, una semana atrás. Hemos estado tanto tiempo juntos que los rumores sobre una relación entre nosotros se han vuelto algo viral en la universidad. A ella no parece afectarle en nada. A mí me está volviendo loco.

—Oye, Caden, nos juntaremos a estudiar esta tarde con Joey —me dice Michael cuando se sienta a mi lado en uno de los salones.

—No puedo —gruño entre dientes al recordar que tengo que asistir a una reunión de Donald.

—¿No puedes o no quieres?

—Ambas cosas.

—Dime la verdad, hermano —dice y lo miro —A ti te pasan cosas con Gwen, ¿verdad?

—Define cosas.

—Te gusta.

—Sí, claro que sí. Es preciosa.

—Y además de eso, sientes por ella algo más... la quieres.

—¿La quiero? —comienzo a reírme porque aquello suena absurdo, pero a la vez muy real —Somos amigos, me gusta estar con ella, la paso bien y no sé si eso significa algo más. Simplemente toda esta situación me está acabando.

—Deberías decirle cómo te sientes en vez de intentar reemplazarla con alguna otra.

—Ella no quiere algo así conmigo. Dice que arruinaríamos por completo nuestra amistad agregándole algo tan superficial como el sexo. Y creo que tiene razón.

—No creo que lo que pasa entre ustedes sea algo superficial, Caden. De verdad, hermano, te conozco demasiado y ella no es una más para ti. Podría ser alguien especial...

—No quiero enamorarme. El amor te vuelve vulnerable, posesivo y en un momento se vuelve enfermizo.

—Eso no puedes darlo por hecho, Caden. No es siempre así. Deberías darte una oportunidad, hermano. Quizás sea la única que tengas.

Las palabras de Michael me persiguen el resto del día. Quizás tenga razón, pero la realidad es que no soy el adecuado para eso. Lo arruinaré, y no creo que Gwen se merezca aquello.

Estoy parado al lado de mi moto esperando a Joey, ya que acordamos ir juntos a comprar las entradas para el próximo recital de Metálica. Escucho que alguien camina hacia mí, y observo sobre mi hombro. Maldigo para mis adentros al ver que es Amanda. Creí que todo se había terminado y que no volvería a acercarse a mí. Arrojo el cigarrillo sin terminar a un costado y me preparo para enfrentarla.

—Quiero escucharte decirlo —exige. La miro extrañado.

—¿Qué cosa?

—Que Gwendolyn y tú están juntos.

—No entiendo a qué se debe este repentino planteo —me cruzo de brazos y me siento sobre el costado de la moto —Pero no tengo por qué decirte nada.

—Es extraño verte así —me asegura ella.

—¿Así cómo?

—Enojado —se acerca un poco a mí. Me pongo nervioso al instante e intento alejarme, pero no puedo llegar muy lejos ya que la moto está detrás de mí —Tú siempre estabas contento, sonriente, haciendo bromas y coqueteando. Ahora sólo gruñes y pareces odiar a todo el mundo. Extraño al antiguo Caden.

Peligrosa Obsesión (Remake) EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora