Me despierto por una molesta vibración debajo de mi almohada. Gruño frustrado y meto la mano debajo de la misma para agarrar el maldito celular. Miro la pantalla y contesto.
—¿Qué? —dijo enojado.
—Galán, ¿estabas durmiendo? —pregunta Mike con tono inocente.
—¿Tú qué crees, Michael?
—Lo siento —él suena divertido, no arrepentido —No pensamos que estarías durmiendo a esta hora.
—¿Qué hora es? —quiero saber mientras me pongo de espaldas sobre la cama.
—Son las doce del mediodía.
—Es malditamente temprano —me quejó y me cubro el rostro con el brazo.
—¡No, no lo es! —exclama Joey de fondo —¡Ahora mueve tu maldito trasero y ven a abrirnos la puerta!
—¡Ya voy!
Cuelgo el teléfono y me obligo a salir de la cama. Arrastro los pies por el pasillo y llego a la puerta para abrirla. Mike y Joey me miran divertidos. Sin decir nada giro y vuelvo a mi habitación para dormir otra vez.
Intento recuperar el sueño perdido, pero no dejo de escuchar las voces de mis amigos en la cocina. Son malditamente ruidosos. La puerta del departamento se abre, y seguro que es Carmen, mi nana. Escucho su voz, pero no logro entender lo que dice. Unos minutos después abre la puerta de mi habitación.
—Caden Szifron, levántate ahora mismo —dice con su voz de madre enojada.
—Nana, es sábado —me quejo.
—Tus amigos están en la cocina. Te han traído café y rosquillas rellenas. Así que sé un buen anfitrión y ve con ellos.
Me siento en medio de la cama y la veo levantando la ropa que está tirada en el suelo. Carmen me devuelve la mirada y coloca una mano en su cadera, en su típica pose de: si no haces lo que te digo te va un chancletazo.
Decido levantarme. Voy al baño, me doy una ducha rápida y me encuentro con mis amigos en la cocina. Ambos se giran a verme.
—Hey, galán —sonríe Joey y me alcanza un café —¿Cómo te fue anoche?
Tomo asiento junto a ellos y le doy un mordisco a una rosquilla antes de hablar.
—Lo mismo de siempre. Gente importante, adinerada y aburrida...
El recuerdo de mi encuentro con Gwen se me aparece de repente en la mente.
—¿No hubo nada interesante? ¿Ninguna niña rica a quien seducir? —inquiere Mike.
—Ah, sí, me encontré con Gwen en la fiesta —intento sonar poco interesado en aquella situación.
—¿Y qué pasó? —pregunta Joey intrigado.
—Hablamos un poco. Es una chica muy inteligente —le doy un sorbo a mi café —Por favor, háganme acordar que debo darles el dinero.
—¿Qué dinero? —dice extrañado Mike.
Los miro fijo durante unos cuantos segundos. Esto es extremadamente difícil para mí. Pero es imposible que algo pase con Gwen antes del lunes.
—El dinero de la apuesta sobre Gwen —digo entre dientes.
—Pero la apuesta caduca el lunes —Mike me mira fijo y luego sonríe —Ya sé. Te diste cuenta de que no tienes oportunidad con ella.
—No, tengo oportunidad. Le gusto, de eso no tengo dudas —le digo con seguridad porque estoy convencido de ello —Solo que me va a llevar un poco más de tiempo convencerla.
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Peligrosa Obsesión (Remake) EDITANDO
RomanceCaden está seguro que confiar en los demás es una pérdida de valioso tiempo, que las mujeres sólo sirven para polvos ocasionales, y que el amor es un invento de las grandes corporaciones para vender películas. Está por recibirse e iniciar el...