Se supone que hay momentos en la vida para los que te preparas, uno de ellos es cuando te recibes. Finalmente puedo decir que soy abogado, ¿y quién lo diría? Soy un buen abogado.
Le doy una sonrisa a mi madre que me acomoda la corbata.
—Estoy tan orgullosa de ti.
Han sido tres años realmente agotadores, entre estudiar y hacer las pasantías, la vida no ha sido tan divertida como cuando solo tenía que preocuparme por aprobar y si no quería no asistía a clases. Pero el esfuerzo ha dado sus frutos, y en unos instantes tendré mi diploma en mano.
—Esto es realmente inesperado —me dice Michael apareciendo a mi lado.
—¿Qué sucede?
—Joey está llegando tarde —me informa con el ceño levemente fruncido —Él no aprende más.
—Tranquilo, todavía tiene tiempo.
—Se supone que seremos socios —se acomoda el cuello de la camisa —No puede llegar tarde a las reuniones.
—Ya aprenderá —le doy una palmada en la espalda.
Vuelvo la atención a mi madre y a mi hermana. Hope, que ya tiene nueve años, me da una sonrisa.
—Te ves bien, hermanito.
—Gracias, mocosa —aprieto su mejilla y ella se aleja —¿Saben algo de Gwen?
Me extraña que ella todavía no esté aquí, cuando hablamos esta mañana dijo que iba a estar puntual. Pero he aprendido que la puntualidad y Gwen jamás irán de la mano.
La entrega de los diplomas comienza. A diferencia de la primera vez que recibí mi primer título, ahora solo están mi madre y mi hermana. Como es lunes y son apenas las dos de la tarde, nadie pudo dejar sus trabajos para asistir.
Joey llega y se acomoda a mi lado mientras el decano está hablando. Él sonríe y se frotas las manos.
—Lo hemos logrado, hermanos. Aquí estamos, somos abogados, tenemos veinticinco años y el futuro se extiende frente a nosotros —dice optimista.
—¿Qué sucede contigo? —le pregunta Michael —¿Por qué tan contento?
—Digamos que... estoy feliz de tenerlos, de que vayamos a tener nuestro bufete y... estoy contento.
Michael y yo compartimos una mirada. Quizás la felicidad de nuestro amigo se deba a algún viejo amor.
Escucho unos pasos entaconados y giro la cabeza. Gwen me hace señas para que la siga cuando nota que la miro. Extrañado me pongo de pie y voy hacia ella.
—¿Qué sucede? —le pregunto preocupado al ver sus ojos llorosos.
—Tenemos que hablar.
Le aviso a Michael que saldré unos minutos. Tomo la mano de ella y nos guio hacia el exterior. El sol pica sobre mi rostro cuando nos detenemos en medio de las escaleras de la entrada.
—Gwen, estás preocupándome, ¿Qué pasó?
—Yo... tengo que decirte algo y no sé cómo hacerlo —dice nerviosa y sonríe a la vez. Ella realmente comienza a preocuparme.
—Amor, puedes decirme lo que sea.
—Quería esperar a que terminara la entrega de diplomas, pero estoy muy asustada y no puedo no decírtelo —camina de un lado al otro en un pequeño espacio. La tomo de los hombros, obligándola a que me mire.
—Por favor, ya dime.
—¡Estoy embarazada!
Se supone que hay momentos en la vida para losque estás preparado, pero este no es uno de ellos.
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Peligrosa Obsesión (Remake) EDITANDO
RomanceCaden está seguro que confiar en los demás es una pérdida de valioso tiempo, que las mujeres sólo sirven para polvos ocasionales, y que el amor es un invento de las grandes corporaciones para vender películas. Está por recibirse e iniciar el...