El auto de Gwen ingresa en el camino de entrada hacia la bonita casa de sus padres. La verdad que el lugar se ve bastante distinto de día. Y a pesar de que es una casa enorme, tiene un aspecto muy hogareño.
Gwen, estaciona, apaga el motor y me mira. No hemos cruzado palabra durante todo el trayecto hasta aquí. Ella se ve algo nerviosa, y no estoy muy seguro de cuál puede ser el motivo.
—¿Qué les diremos? —le pregunto. No hemos planeado nada, no hemos ensayado o algo así, y creo que eso es algo que todas las parejas hacen.
—¿Qué quieres decirles? —contesta con otra pregunta.
—¿Hola suegros?
Una lenta sonrisa comienza a tirar de sus labios hasta que me deja ver aquel sexy hoyuelo.
—Entonces... podemos decir que estamos juntos —no es una pregunta, pero suena como tal.
—Carita-linda, ¿Por qué tienes dudas?
—No son dudas —dice algo nerviosa —Sólo me preocupa que estemos yendo muy rápido y eso te asuste y quieras dejarme, y...
—Oye, oye —la interrumpo mientras me saco el cinturón de seguridad y giro en el asiento para mirarla de frente —Yo nunca voy a dejarte.
—Eso lo dices ahora —ella me da una pequeña sonrisa cargada de inseguridad y evita mirarme.
—Mírame —le exijo. Sus ojos enfrentan los míos —Yo quiero pasar el resto de mi vida contigo.
Ella suspira como si hubiese estado aguantándose el aire.
—Yo también quiero eso —asiente.
—Bien, entonces ya no dudes más.
—No dudo, Caden —murmura mientras se aproxima. Cierro los ojos para recibir un pequeño y dulce beso —Te amo.
—Y yo a ti —le dijo antes de que se aleje del todo —Con todo lo que soy, Gwen, te amo.
Se siente tan bien decirlo, tan correcto. Cada vez que lo digo, se siente como si el sentimiento se hiciera más fuerte.
—Eres tan lindo —dice ella con una mirada boba.
Compartimos un par de besos más antes de bajar y realmente estoy maldiciendo haber sido interrumpido en su casa.
Tomados de la mano caminamos hasta la puerta. Gwen, toca el timbre y ahora sí me siento algo nervioso.
¿Qué se supone que tengo que decir?
¿Cómo diablos debo actuar?
Es la primera vez que tendré que hablar con los padres de una chica. Principalmente me tiene preocupado el tener que hablar con George.
La puerta se abre y Ginger nos recibe con una enorme sonrisa.
—Bienvenidos —dice mientras abraza a su hija con fuerza. Cuando la suelta sus ojos se posan en mí —Caden, querido, me alegra tanto que estés aquí.
Dejo que ella me abrace también, pero debo inclinarme un poco para recibir el saludo con comodidad.
—Gracias, Gin —le digo al soltarla.
—Pasen, pasen —se hace a un lado y nos adentramos.
Todo se ve distinto a la fiesta de la abuela Gloria. Hay una sala de estar en donde estaban las mesas en dónde Gwen y yo nos sentamos. Del otro lado hay un comedor con una mesa como para unas catorce personas. Seguro que las reuniones familiares son muy ruidosas.
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Peligrosa Obsesión (Remake) EDITANDO
Roman d'amourCaden está seguro que confiar en los demás es una pérdida de valioso tiempo, que las mujeres sólo sirven para polvos ocasionales, y que el amor es un invento de las grandes corporaciones para vender películas. Está por recibirse e iniciar el...