//Capitulo 41/El amor//

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Narrador omnisciente.

Celia se encontraba rendida en la cama junto con Eri, ambas agotadas por lo cansadoras que le parecían a cada una sus clases, mientras fuera de aquella antigua oficina se encontraba un ambiente de lo más animado.

Por una esquina se encontraba Vektos el cual daba todo con la guitarra y su voz, la cual dejaba a todos con un estado de animo alegre, mientras en la cocina se encontraban Josué y Akihiko a todo dar mientras cocinaban, y en lo que se trataba de atender a los clientes se encontraba Izuku, aunque también se encontraba una sorpresa tomando las ordenes.

- ¿Qué quiere la mesa 10?- Pregunto desde dentro Akihiko.

- Quieren lo que te deje en el papel- Dijo una voz femenina con un tono burlesco.

- Que seas la novia de mi hermano no implica que me puedas tratar así- Dijo con un tono enfadado.

- ¿Perdón? ¿Quién trataba mal al otro antes?- Pregunto la ya conocida rubia.

- Sabes qué más, mejor pongámonos a trabajar- Dijo el mayor con un tono algo fastidiado.

- Eso mismo, entre mas conversen menos dinero se gana- Dijo el pecoso llegando a escena mientras dejaba unos platos- Deje los platos aquí- Dijo para volver a tomar ordenes.

- Lo se enano- Dijo Dánae tomando los mismos- Venga ayudadme- Dijo viendo a las nuevas contrataciones.

- Enseguida- Dijeron mientras cada quien tomaba unos pocos platos.

El resto del día siguió de manera similar, solo que cada vez el ritmo era más rápido, normalmente todo estaría con algo de apuro, pues entre los pocos trabajadores que habían era difícil tomar tantas ordenes, pero con los nuevos más la ayuda de la rubia todo se volvía mas ligero.

- En serio te agradezco tu ayuda- Dijo Izuku con un rubor mientras miraba fijamente a la chica.

- No es nada, me sirve para estar más tiempo a tu lado- Dijo con un rubor.

Ambos desviaban la mirada, si bien se sentían felices de estar juntos, digamos que ninguno se acostumbraba a estar en una relación, esto era observado por todo el resto.

- Me siguen dando risa- Dijo Akihiko mientras tomaba un refresco- Lo bueno es que ya a estas horas no viene tanta gente- Dijo mientras relajaba los músculos.

- Así es, siento que mis manos se quedaran blancas de tanto jabón y agua- Dijo Dánae abrazando por la espalda al mayor de los Midoriya.

- Vas a perder la raza- Dijo Josué con un tono burlesco, aunque seria callado por unos cuantos golpes "leves" de la mujer- Ya, ya parale, eres muy fuerte- Dijo mientras trataba de esquivar los golpes- Akihiko dile a tu mujer que pare- Dijo mientras seguía tratando de defenderse.

- No quiero- Dijo mientras no movía un solo musculo por defender a su amigo.

- Que buen amigo- Dijo con un tono sarcástico.

- De nada, fue un placer ayudarlo- Dijo con un tono burlesco el peli-verde mayor.

Lo mencionado era una escena vista todos los días en el local, pero que para los nuevos era algo que no comprendían como reaccionar, querían dar su opinión pero no tenían esa confianza de decir algo.

Traicion que poco importoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora