//Capitulo 45/Siempre acaba en el mejor momento//

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Narrador omnisciente.

Roberto se encontraba mirando al chico identificado como Molten, mientras pensaba como iniciar su conversación.

- Y dime ¿Cómo a estado tu vida? - Fue lo único que se le ocurrió.

- Pues tranquila, no hay mucho que hacer, me imagino que lo sabes, tu tampoco tienes padres a fin de cuentas - Dijo con un tono relajado, tan relajado que le dio un escalofrío al de cabellos negros.

- No lo digas tan tranquilo, suena inquietante - Dijo Roberto mientras miraba fijamente al chico.

- Lo siento, es ya la costumbre - Dijo manteniendo ese tono de tranquilidad - ¿Quieres pasar a mi casa? - Pregunto mientras apuntaba hacia su derecha.

- Bueno, para no llegar a aburrirme a la mía - Fue la simple respuesta entregada, mientras se acomodaba su abrigo.

- No te arregles tanto, ni que me fueras a seducir - Dijo Molten con un tono sarcástico.

- Cállate, me esta dando frio aquí afuera - Respondió Roberto con un tono algo enojado.

- Si claro - Fue la respuesta de Molten con un tono de burla.

Ambos chicos caminaban con calma por las calles, algunos adultos que no eran de la zona se preocupaban del bienestar de ambos, pues siendo tan pequeños a altas horas de la noche caminando como si nada por las calles, les daba esa sensación de preocupación.

Mientras que los adultos que si eran de la zona no les importaba nada, ya conocían al chico recién mencionado, y sabían que no le pasaría nada, ni aunque un villano fuera el que aparezca, sabían que el se las resolvería solo.

- Estas calles son terroríficas a estas horas - Dijo Roberto viendo hacia sus lados.

- Si, no son como tus calles, niño rico - Dijo con un tono de serio.

- Tu sabes cuanto odio que me digan así - Dijo Roberto con un tono algo enojado.

- Entonces deja de caminar por ahí con un traje y quizás dejen de tratarte así - Dijo Molten con un tono seco, pero se notaba que tenia cierta picardía.

- Agh, tienes razón - Dijo el chico mientras se rendía, sabia que no podría ganarle en una discusión.

- Mira, ya estamos cerca - Dijo Molten viendo su hogar a tan solo unos pasos de distancia.

- Ni se te ocurra echar una carrera - Dijo Roberto frenando en seco al otro chico.

Ambos siguieron caminando por unos cuantos minutos, hasta llegar a una pared de ladrillos con una puerta metálica, el chico solo abrió la puerta como si nada, entrando a la misma mientras se sacaba los zapatos.

- Adelante, aun no tengo mascotas, así que puedes pasar sin miedo - Dijo Molten mientras comenzaba a andar por la casa.

- Permiso - Dijo Roberto sacándose los zapatos de igual manera.

Roberto acomodo sus zapatos en la entrada, mientras con sus ojos analizaba cada rincón del hogar del chico, observando que no hubiera nada nuevo, pero fue lo contrario, cada vez habían mas cosas en ese lugar. 

Traicion que poco importoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora