capitulo 12

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Narración primera persona.

Sus labios eran como un dulce de miel.

Un chocolate con tanto cacao que se puede sentir la pequeña pizca de amargura que le da un toque perfecto.

Tan dulce, tan suave que no hay manera en que sea hostigante.

Sus labios sobre los míos danzaban, de un lado a otro con suavidad. Moviéndose con elegancia con tal de sentir más del otro.

Mis manos en su cintura con su consentimiento tratando de apegarlo más a mi sintiendo su calidez.

Sus labios eran el único lugar del nacimiento de mi felicidad, mi cálido hogar donde estos crean momentos tan sinfónicos que son inolvidables.

Sus labios eran todo.

Un día podían saber a fresa.
Otro a sandía.
Otro a chocolate o caramelo.

Aquello me daban ganas de besarlos todos los días, a cada rato mientras sentía la calidez de su piel sobre la mía.

Mis dedos acariciaban su suave piel con mis yemas haciendo un sin fin de líneas invisibles.

Aunque todo puede acabar.

—¿Te gusta Nirvana?

Los autistas se desconcentran por cosas que les parecen curiosas.

¡vamos! deja ver tus ojos. vkook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora