El amor de madre no tiene límites, es un amor tan sincero y dulce que no serían capaces de hacer daño a sus propios hijos.
Ellas hacen lo imposible para proteger a sus hijos, es un amor a primera vista que tienen sobre sus hijos. Son sus tesoros especiales, no hay mejor amor que el de una madre.
¿O no?
La madre de Jungkook en particular era una hermosa mujer, alta y de cabellos negros largo. Era el amor de su pareja.
¿Quien iba a pensar que una madre sea capas de odiar a su hijo?
Cuando Jungkook fue diagnósticado con autismo todo se derrumbó para la familia , la madre no sabía que hacer exactamente porque su hijo no iba a ser como los demás, no lo vería jugar con amigos ni nada por el estilo; en cambio lo vería solo, callado, y enfermo.
Solo era un niño, un niño que no entendía la actitud de su madre hacia el, no entendía esos insultos y amenazas que le gritaba hacia su persona.
—¡JUNGKOOK PEDAZO DE MIERDA VETE DE AQUI! — Bajo los efectos del alcohol su madre le gritó cuando vio que su hijo observaba como ella bebía tranquilamente en su hermoso living. Ella agarró una botella de vino vacía y se la lanzó a su hijo cayendo la botella sobre los pies quebrando en mil pedazos en el suelo.
Asustado jungkook se largó a llorar y salió de la habitación.
Su madre ni se inmutó en ir tras el.
Al pasar los años el abuso fue creciendo, cada vez era más lo que su madre lo insultaba o trataba de hacerle daño lanzándole cosas con el objetivo alejarlo de su vista.
Pero era su madre, jungkook quería a su madre, quería a la mujer de antes que dieran el diagnóstico, quería a esa mujer cariñosa que llenaba su rostro de besos cálidos y lo hacía sentir especial.
Especial.
Un niño especial y importante.
Pero no fue así, al parecer ella creía que el trastorno de conducta autista Jungkook no le perjudicaría sus acciones pero si lo hacían.
Si no el doble.
Jungkook a los 10 años comenzó a tener problemas para ir al baño, no se sentía seguro por lo que se orinaba en los pantalones. En esos casos algunas veces su madre lo descubría y lo golpeaba brutalmente dejando heridas en su pequeño cuerpo.
Otras veces escondía su ropa sucia debajo de su cama.
Su conducta se volvió más depresiva de lo normal teniendo ideas autodestructivas dónde le gustaba mantener en sus manos objetos corto punzante como cuchillos o vidrios para jugar con ellos hasta causarse alguna herida en las manos.
Su cabeza era un caos, tenía miedo, tanto miedo que ver a su madre regañarlo lo hacía llorar desconsoladamente y allí comenzaron los famosos ataques de pánico.
Solo tenía 12 años.
Era literalmente un niño, un niño desconcertado que su madre odiaba y su padre se volvió alguien ausente en su vida.
Al ir a la escuela era cariñoso con sus profesores besando sus mejillas y abrazando a la hora de salida cuando debía ir a casa. Jungkook lo hacía con la intención de que no dejarán que se fuera a casa, pero ellos al final siempre terminaban insistiendo para que no llegara tarde.
Era doloroso que un pequeño niño este tan asustado para besar a otras personas con tal de no ir a casa.
Prefería quedarse día y noche estudiando que ir a casa.
Eso era seguro.
—¡JUNGKOOK!, ¡MADURA DE UNA PUTA VEZ!
15 años.
El abuso seguía y era peor que antes.
Su madre grito con fuerza al ver a su hijo parado en medio de el comedor con sus pantalones mojados y el suelo un charco de orina que rodeaba los zapatos de Jungkook.
El orinarse es una forma de demostrar lo inseguro que se encontraba, tenía miedo a ser atacado mientras realizaba sus necesidades. Por eso hasta los 15 años se seguía orinando.
Lágrimas bajaron por las mejillas de Jungkook mientras observaba el desastre de su orina en el suelo.
Estaba haciéndolo tan bien anteriormente, el solo se acomodaba para ir al baño cuando su madre se encontraba dormida pero justamente ahora su madre no había dormido en todo el día por lo que no logro aguantarse más.
La ansiedad fue en aumento, ahora pasaba todo el día ansioso jugando con sus manos y haciendo tronar sus dedos o los huesos de su cuerpo en general.
El llanto en la noche también aumento, el auto daño también hasta que apareció con rasguños en su cintura justo al lado de todos sus moretones a causa de su madre.
Todo aquello fue lo que vivió jungkook, fue una infancia inolvidable lleno de golpes, lágrimas y mucho dolor porque él no era comprendido, nadie se tomó el tiempo de entenderlo ,no como taehyung que era un pan de Dios para el.
Era una persona perfecta que finalmente llegó a su vida después de noches de lágrimas.
A los 16 años sus primas descubrieron por lo que jungkook pasaba debido a una simple visita donde este se orino frente ellas; fue una conversación o más bien pelea tan grande que jungkook término tan traumatizado que ahora no lograba soportar las peleas donde esté metido el. O más bien sea su mera culpa.
Con ayuda logro dejar de orinarse, vivió con sus primas hasta los 19 donde se mudó para vivir solo debido a la incomodidad por la sobre protección que le ponían.
El quería vivir su vida, dejar todo atrás pero algunas veces es difícil olvidar las cosas.
Siempre quedan cicatrices.
ESTÁS LEYENDO
¡vamos! deja ver tus ojos. vkook.
FanfictionEn esta sociedad aún no es aceptado el ser alguien con síndrome autista, es difícil para esas personas integrarse y entender las cosas sin tener una mera explicación. Taehyung jamás pensó en conocer a ese chico en la cafetería. Ese chico tan curioso...