—Es un honor para Markov Industries la apertura de este casino, sean invitados a disfrutar de la gran noche —anunció Emilio con prestigio desde el palco alzando una copa.
Los aplausos y gritos de celebración no rompieron con el cruce de miradas entre él y Eleanor, quien de brazos cruzados en primera fila intentaba descifrar qué carajos estaba pasando en ese lugar, en esa maldita familia que ya la aterraba. La imagen de Enzo no se borraba de su cabeza, las palabras de Sebastián que dejaban en claro una alianza con Emilio tampoco. Lo único que anhelaba saber era la identidad de Dasha, porqué su esposo buscaba información sobre esa persona que terminó por llevarse la vida de otra.
Alek la había sacado de ese almacén de un tirón sin darle tiempo a gritarle histéricamente a Emilio la clase de personas que él y sus hermanos eran. Lo había visto en acción, permitiendo que su propio hijo de catorce años apretara el gatillo, y aunque eso no era nada comparado a lo que él demostraba, fue suficiente para comprobar que se había casado con el diablo. Vivía con la duda de qué tan protegida estaba a su lado, o qué pasaba por la cabeza de su padre al pedirle protección a un grupo de criminales como eran los Markov.
Mirando hacia su derecha, repasó uno a uno los invitados hasta detenerse en Donovan quien monstruosamente esperaba por ella. Era siniestro, profundamente macabro con solo verlo en esa vestimenta oscura. Llegaba a transmitir más miedo que Emilio, y en ese intercambio de miradas vio en él el desafío a que se atreviera a decir una sola palabra de lo que había visto.
Con solo tener sus ojos oscuros en los suyos sintió ganas de huir. Donovan sabía lo que pensaba de todos ellos, de haberle dado un arma a Enzo, o simplemente de lo que escuchó ahí abajo. Y sería capaz de acabar con ella en cuestión de segundos. No tendría ni un poco de la paciencia que Emilio mostraba en su matrimonio. La observaba con desprecio, indiferencia, provocándole ganas de hacerse un ovillo y esconderse.
—¿Estás bien? —preguntó Caroline a su lado.
—Si, si —carraspeó regresando su atención al discurso, aún así era capaz de notar la mirada anclada de Donovan sobre su rostro.
La incomodaba horriblemente, al grado de no poder soportarlo. Existía algo en él que le indicaba que no se acercara, ni siquiera que intentara hablarle.
Vio la alianza de matrimonio otra vez en la mano de Emilio. Seguramente luego de hacer lo que hizo era la forma de fingir estabilidad ante todos, un hombre casado incapaz de ordenar la muerte de otra persona.
Eleanor tenía tantas preguntas, y ninguna respuesta, de las cuales solo obtendría por su cuenta. Precisaba conocer dónde estaba metida, la verdad del vínculo de su familia con Emilio, porque claramente no era un simple pedido de protección de su padre. Y sobre todo más de lo que significaba la Bratva, aunque no tenía en claro si iba a soportar tanta información, conocer el sin escrúpulos que era su esposo, el grado de criminalidad que corría por sus manos, la sangre, los negocios.
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Obstinado poder © (Markov I)
Roman d'amourUn matrimonio, un plan que no podía dejarse a un lado, una intención macabra. Una mujer que ignora el ambiente en el que creció. Un hombre que esperó años a tenerlo todo, que sabe jugar sus cartas para tener el poder que merece, y un lado oscuro qu...